Esta semana hubo problemas en Río Gallegos: escracharon a Emanuel Gómez por estafador. “Le debe $ 80 mil a mi padre y no da la cara. Seguro estafa a mucha más gente con su inmobiliaria. Cara dura”, dice Paula Aranda, una vecina patagónica.
¿Quién es Gómez? Fue director de Hotesur y empleado de “Negocios Patagónicos”, la inmobiliaria que tenía Máximo Kirchner junto a Osvaldo “Bochi” Sanfelice, hombre procesado en las causas Hotesur y Los Sauces junto a la familia vicepresidencial. “Gómez es un peón en el juego de los Kirchner y es clave en el nuevo entramado que armaron los Kirchner para conservar los negocios inmobiliarios en el Sur”, dice la abogada Silvina Martínez, denunciante en esa causa.
Los vínculos de Gómez con Máximo no son sólo estos: cuando la Justicia allanó la inmobiliaria en el 2017 fue Gómez quien abrió la puerta, como consta en el registro policial de aquel entonces. Desde que la Justicia inhabilitó a la inmobiliaria sucedieron hechos más que extraños: en septiembre de 2017, el mismo mes del cierre de Negocios Patagónicos, Gómez se inscribió ante la AFIP como autónomo y empleador con el rubro inmobiliario. Coincidencias, o, quizás, eso haya tenido que ver con el cartel que estuvo durante meses en la puerta de aquella inmobiliaria, entonces cerrada: “Nos mudamos a Maipú 2255”.
La historia llega a un giro inesperado en este punto. En Maipú 2255 está ubicada la Radio Sol, que pertenece a Sanfelice, el histórico socio de Máximo K. Esa emisora es una repetidora de Radio 10, medio del Grupo Indalo del recientemente liberado empresario Cristóbal López. De hecho, una de las líneas de teléfono que aparecen hasta el día de hoy en la fachada de Maipú está a nombre del fallecido Jesús Virgilio, que además de haber sido empleado de Negocios Patagónicos trabajó en la sociedad Paraná Metal S.A, cuyo titular es el empresario Fabián De Sousa, y el hijo de Cristóbal López integra el directorio.
De cualquier manera, lo que es claro es la íntima relación de Gómez con Sanfelice. Incluso el primero aparece en el 2015 comprando una propiedad, a 500 mil dólares, a dos cuadras de la quinta presidencial de Olivos, que sería ocupada por el ex socio de Máximo K. Quizás sea por esta extrema confianza que en Maipú 2255 abrió, meses después del cierre de Negocios Patagónicos, “EG inmobiliaria”, que, llamativamente, coincide con las iniciales de Emanuel Gómez.
Tan extremadamente llamativo fue la coincidencia que las autoridades municipales de Rio Gallegos se presentaron a fin del 2019 para averiguar en qué condiciones trabaja la inmobiliaria del hombre acusado por estafa. La historia, de nuevo, toma otro giro inesperado. No sólo porque, como consta en las actas oficiales de la inspección, ni Gómez ni nadie en ese lugar tienen autorización comercial para alquilar o vender propiedades, sino porque la que les abrió la puerta fue Marianela Achával, también ex empleada de la inmobiliaria K y que ahora trabaja para su ex compañero de trabajo que, curiosamente, se convirtió de empleado en empleador dos meses después de que la Justicia inhabilitó a Sanfelice. Muchas coincidencias.
por Gustavo Duarte y José Bertoldi
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