Thursday 10 de October, 2024

POLíTICA | Hoy 09:30

Interna en la UCR: escándalo, violencia y denuncias

Ambos bandos sugieren que hubo fraude. El audio del escándalo y la intervención de "la patota".

La interna del radicalismo en la provincia de Buenos Aires ha alcanzado niveles de escándalo sin precedentes luego de las elecciones para la renovación de autoridades del Comité Provincia de la UCR. En medio de una feroz disputa entre los dos principales sectores del partido, surgieron denuncias de fraude, violencia y presiones, que han sumido al histórico partido en una crisis interna. Los bandos encabezados por Maximiliano Abad, actual titular del radicalismo bonaerense, y Martín Lousteau, referente de la línea Evolución, se adjudican la victoria en una elección reñida que aún no ha sido resuelta oficialmente y que podría terminar judicializada.

El primer episodio que agitó las aguas fue la filtración de un audio en el que Fernando Pérez, concejal de Quilmes y apoderado de la lista apoyada por Lousteau, Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, presionaba a un dirigente de Tigre, Francisco "Pupi" Blefari, para que modificara los resultados del escrutinio provisorio en ese distrito.

Facundo Manes

En la conversación, Pérez insistía en que Blefari, alineado con la lista de Abad y Gustavo Posse, le proporcionara elementos para "impugnar" los resultados, argumentando que necesitaba revertir la derrota de su sector en esa sección electoral. Ante la negativa del dirigente tigrense, Pérez redobló su pedido: "Dame algún pedazo del distrito", solicitó en un intento desesperado por obtener la colaboración de Blefari.

El escándalo por el audio expuso las tensiones internas en la UCR, y las acusaciones no tardaron en aparecer de ambos lados. El sector de Abad denunció una "competencia desleal" y acusó a Lousteau y Manes de intentar manipular los resultados electorales, mientras que el entorno de Pérez trató de minimizar el impacto del audio, sugiriendo que se trataba de una "estrategia" dentro de la negociación política. No obstante, la filtración del audio incrementó las sospechas de maniobras irregulares y puso en duda la legitimidad del proceso electoral.

Karina Banfi

A esto se sumó una denuncia gravísima realizada por la diputada radical Karina Banfi, quien alertó a través de su cuenta de Twitter sobre la irrupción violenta de una patota en las oficinas del Comité Provincial de la UCR en La Plata. Según Banfi, una patota de barras bravas vinculada a Fernando Pérez y Pablo Nicoletti, compuesta por miembros de la UOCRA de La Plata y seguidores de los clubes Estudiantes de La Plata y Quilmes, había entrado a la sede del radicalismo bonaerense con la intención de amedrentar y alterar el proceso electoral. Banfi expresó su preocupación por la seguridad de las personas presentes y por la documentación del comicio del domingo, lo que generó una gran conmoción en el partido.

Este nuevo episodio de violencia y denuncias agudizó aún más las divisiones dentro de la UCR bonaerense. Pablo Domenichini, candidato de la lista Evolución respaldada por Lousteau, se proclamó ganador en las redes sociales, afirmando que su sector había triunfado en distritos clave como la segunda, tercera y octava sección electoral. Domenichini, quien representa la propuesta de renovación dentro del radicalismo, destacó que su victoria es un paso importante para "fortalecer el partido y construir una alternativa real para la provincia". En su discurso post-electoral, llamó a quienes perdieron a "construir juntos un radicalismo que sea alternativa a este gobierno", en una clara referencia a la alianza de su espacio con figuras como Manes.

Lousteau

Por otro lado, Miguel Fernández, candidato de la lista oficialista apoyada por Abad y Posse, también se declaró vencedor en la contienda, asegurando haber ganado en seis de las ocho secciones electorales. En un mensaje difundido por redes sociales, Fernández celebró la victoria de su sector, afirmando que "los radicales de la provincia ratificamos nuestra historia, identidad y proyección". El festejo en su espacio fue inmediato, con Abad respaldando su candidatura y denunciando las "maniobras fraudulentas" de sus oponentes. Según el oficialismo, la lista de Lousteau y Manes habría cometido irregularidades en distritos clave como La Matanza, donde se habrían inflado los números a favor de Evolución. "Dicen que ganaron en La Matanza con 2.600 votos y en Quilmes con 7.000, pero el padrón de La Matanza es el doble de Quilmes. Volcaron ahí la trampa de los votos", acusó un dirigente cercano a Abad.

El conflicto escaló rápidamente a nivel verbal, con acusaciones que cruzaron las fronteras de la provincia de Buenos Aires. Algunos referentes del sector oficialista fueron más allá al acusar a Lousteau y Manes de querer "kirchnerizar" el radicalismo, señalando que su estilo de hacer política está alineado con las prácticas del kirchnerismo. "No tienen un interés electoral con los K, tienen una afinidad política. Lo que hicieron no se hace", denunció un dirigente de peso en la UCR, en alusión a lo que consideraban una manipulación de los resultados electorales por parte de la lista opositora.

Abad

Mientras tanto, la Junta Partidaria sigue evaluando los resultados de la elección, y la posibilidad de que el proceso termine judicializado es cada vez más probable. En el entorno de Domenichini, señalan que no se trata solo de una elección, sino de una batalla por el futuro del radicalismo en la provincia y, por extensión, del país. En tanto, los armadores de Fernández advierten que no permitirán que el partido sea "controlado desde la Capital Federal" por el sector de Lousteau y Yacobitti. "Quieren manejar el poder de la UCR desde Buenos Aires y no lo vamos a permitir", afirmó un operador del oficialismo.

La definición de esta interna no solo determinará quién liderará el radicalismo en la provincia de Buenos Aires, sino también qué sector tendrá más peso de cara a las elecciones nacionales.

por R.N.

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios