Tanta polémica creada y tanto fuego interno avivado tuvo sus frutos para Julio De Vido, otrora hombre fuerte del armado K, caído en desgracia desde hacía tiempo. Es que el miércoles por la tarde, la Justicia decidió ordenar la “liberación inmediata” del ex ministro de Planificación, encarcelado el 25 de octubre del 2017 por la causa de Río Turbio.
“Nosotros venimos luchando procesalmente por la libertad absoluta de Julio hace mucho tiempo”, dijo su abogado, Maximiliano Rusconi. Y sentenció: “Yo creo que la doctrina Irurzun, llamada doctrina de un modo ridículo, surgió para Julio De Vido. Después se aplicó a otros casos. Irurzun va a tener que responder en algún momento”.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1, Adrián Federico Grünberg, Ricardo A. Basilico y José Antonio Michilini resolvieron concederle la excarcelación, luego de tres años de detención. De Vido deberá comparecer todos los meses ante la Justicia y tiene prohibido salir del país sin autorización previa.
La pena máxima del delito del que se lo acusa, de seis años; la falta de condenas firmes; su arraigo, considerado “suficiente”; el hecho de que “lleva ya detenido preventivamente un lapso mayor al plazo máximo legal de los dos años”; y el hecho de que “tampoco se vislumbra la posibilidad de que su enjuiciamiento tenga inicio a corto o mediano plazo”, fueron los argumentos fundamentales para otorgarle la libertad a De Vido.
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