****Uno de los episodios más fascinante de la literatura universal lo protagonizan las hermanas Brontë. Al rozar la treintena se recluyen en la casa familiar y huyen de las rígidas ataduras de la era victoriana para convertir su imaginación y vivencias en obras maestras como “Jane Eyre” o “Cumbres Borrascosas”.
Hijas del reverendo Patrick Brontë –irlandés de origen campesino, doctorado en Cambridge– Charlotte, Emily y Anne, se criaron y vivieron en compañía de su hermano Branwell, adicto a la bebida y las drogas, en el pueblo de Haworth, al norte de Inglaterra. Habían perdido a su madre y, casi de inmediato, a sus dos hermanas mayores por la tuberculosis. Eran educadas, corteses y decentes, pero las “solteronas”, como sin duda las llamarían entonces, solían pasear solas por los agrestes páramos, bajo el sol o la nieve, y algunos afirmaban haberlas visto declamar poemas en lo alto de una roca. En la época, una mujer de su clase sólo podía casarse o enseñar a niñas. No debía ejercer ningún trabajo de tipo manual o en contacto con el público, menos acceder a la universidad.
Esos hechos biográficos no impidieron que los creadores del emocionante musical británico “Wasted” (Desperdicio), las reencarnen con delineador de ojos, energía rockera y mucho espíritu romántico. Vestidas con atuendos de institutriz del siglo XIX, cantan las historias de sus vidas al ritmo de una banda en vivo y revelan sus tragedias. Curiosamente, funciona muy bien, en parte debido al ingenioso libro y las cautivantes letras de Carl Miller, que tienen suficiente profundidad en las caracterizaciones y exactas dosis de erudición, a fin de eludir el cliché del feminismo.
Este inspirador espectáculo cuenta con un elenco sobresaliente, tanto en la forma que habitan sus personajes como en el poderío vocal. Natasha Barnes (foto) está brillante como Charlotte, la pragmática hermana mayor, dividida entre vacilaciones y ser reconocida por su trabajo. Siobhan Athwal (Emily) deslumbra en su criatura escéptica, frágil y obsesiva con la muerte. Mientras Molly Lynch (Anne) logra reflejar la angustia casi humorística de la menor.
Disponible de forma gratuita en el website del teatro londinense Southwark Playhouse donde se estrenó en 2018.
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