Donald Trump arranca hoy a su primera gira al exterior, con la que busca demostrar que su país también necesita del resto del mundo. "'Estados Unidos primero' no quiere decir 'Estados Unidos solo'", señaló el asesor de seguridad nacional, el general Herbert McMaster unos días antes de que Trump emprenda su gira por cinco países, que lo llevará a Cercano Oriente y Europa.
McMaster apuntó que en su visita a Arabia Saudita, Israel, el Vaticano, Bélgica e Italia, Trump buscará reafirmar el liderazgo global de Estados Unidos, construir su relación con líderes mundiales y dar un mensaje de unidad entre las tres grandes religiones del mundo.
En el viaje, el mandatario asistirá a una cumbre de líderes de la OTAN en Bruselas y a otra del G7 en Sicilia. "La visita es el mensaje y el éxito será el presidente siendo presidencial en el escenario mundial", aseguró Robert Danin, del Council on Foreign Relations.
La primera incursión internacional de Trump representa un desafío para el mandatario, que aún no ha terminado de nombrar a su equipo de política exterior y su administración aún elabora la postura que adoptará en relación con temas clave, como la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) o si mantiene el acuerdo climático de París.
A las tierras del petróleo
Trump es el primer presidente estadounidense en décadas que no realiza su primera salida al exterior en uno de sus países vecinos, México o Canadá. "Es llamativo que durante su campaña el presidente dejara en claro que le gustaría salirse de las guerras en Oriente Medio, pero su primera parada sea en Cercano Oriente", dijo Elliot Abrams, del "think-tank" Council on Foreign Relations.
Trump no sólo se reunirá con el rey saudí Salman, sino que mantendrá conversaciones con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo y de otras dos decenas de naciones musulmanas. El mandatario podría anunciar la venta de armas a los saudíes y discutir los conflictos en Yemen y Siria, así como las preocupaciones por las actividades desestabilizadoras de Irán en la región.
En Israel, Trump se reunirá con el presidente Reuven Rivlin y el primer ministro Benjamin Netanyahu y luego viajará a los territorios palestinos para un encuentro con el presidente Mahmud Abbas. Ambas partes esperan señales de Trump para la reanudación del proceso de paz, después de que indicara su voluntad de actuar como mediador al recibir este mes a Abbas en la Casa Blanca.
Dos asuntos clave serán si Trump dará su apoyo a la solución de dos Estados y si tomará alguna medida para cumplir con su controvertida promesa de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén.
De Israel, Trump partirá hacia el Vaticano, donde tendrá una audiencia con el papa Francisco, quien ha cuestionado al magnate estadounidense por su política hacia los refugiados y los inmigrantes. La Casa Blanca indicó que Trump debatirá con el pontífice sobre la lucha contra la persecusión religiosa, el tráfico de personas y las misiones humanitarias. Además, en Roma mantendrá un encuentro con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, y el presidente, Sergio Mattarella.
OTAN
La presencia de Trump sacudirá la cumbre de líderes de la OTAN el 25 de mayo, pese a que el líder estadounidense cambió su postura sobre la alianza militar, después de que el mes pasado declarara que "ya no es obsoleta".
Trump ha presionado a los aliados de su país para que hagan mayores aportes en defensa y se espera que les pida a los miembros de la alianza atlántica que cumplan con el objetivo de destinar un dos por ciento del producto interno bruto (PIB) en defensa y de centrarse en la lucha contra el terrorismo.
La alianza tiene previsto decidir antes de la cumbre si se unirá o no a una coalición militar contra el EI, pese a que los 28 miembros de la OTAN están involucrados de manera individual.
Se espera que en la cumbre en si misma no se tomen grandes decisiones, y para Trump servirá como marco para conversar con varios líderes con los que aún no se vio.
"Es una reunión importante a nivel personal, no a nivel político", señaló Jorge Benitez, experto en la OTAN del "think-tank" Atlantic Council.
También se espera que Trump trabaje en el vínculo con otros líderes en el G7 de Sicilia, donde será uno de los cuatro nuevos mandatarios que asisten a la cumbre desde la del año en Japón, junto con el presidente francés Emmanuel Macron, la primera ministra británica Theresa May y el italiano Gentiloni.
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