Es el mediodía de un martes en La Plata. Unos 200 obreros de la construcción ocupan un lavadero de autos abandonado. Toman mates para pasar el frío, conversan y esperan. Algunos llevan más de una hora, pero ninguno se queja. Hasta que la llegada de una Volkswagen Amarok negra cambia todo: los que están adentro, salen; los de la vereda rodean la camioneta entre gritos. Todos quieren saludar al conductor, un joven de 24 años que baja hablando por celular y besa a cada uno de los que lo halagan. Es Braian Medina, el nieto del detenido secretario general de la UOCRA local, Juan Pablo “Pata” Medina, al que su abuelo trata como un traidor.
“Estamos trabajando para presentarnos el día que haya elecciones en nuestra querida organización sindical y para poder llevar adelante los derechos de los trabajadores”, dice Braian a NOTICIAS en su precario búnker. Habla como si fuera el líder, pero aclara que no lo es. El verdadero referente es Cristian “Puly” Medina, el hijo del “Pata”, el tío de Braian, preso junto a su padre en la cárcel de Ezeiza.
Aunque llevan casi un año detenidos, acusados de lavar dinero y extorsionar a empresarios, padre e hijo sueñan con volver a conducir la seccional más famosa de la UOCRA. “Pata”, rodeado de su segunda familia, la que construyó en los últimos años con Fabiola García y sus hijos (también investigados por la Justicia). “Puly”, cobijado en los Medina originarios, con su sobrino a la cabeza.
Escuela. Braian atraviesa el galpón entre intentos de abrazos frustrados y sube escaleras hacia una pequeña oficina enrejada. Con los dedos en V, los “compañeros” gritan su apellido mientras camina. “Necesitamos trabajar”, le dicen cuando corre las cortinas de blackout blanco de la ventana y mira hacia abajo desde el primer piso.
El joven sindicalista calcula que hay “entre 3.500 y 4.000 compañeros desocupados”. “La gente la está pasando mal y creo que en diciembre se va a definir todo lo que va a pasar con el país”, explica el hijo de Analía Medina, la artista de la familia.
Noticias: ¿Por qué?
Braian Medina: Porque es cuando la gente se revoluciona un poco más, con las fiestas, y cuando vea que no van a llegar a fin de mes van a salir a la calle. Nosotros estamos haciendo un trabajo de contención muy grande.
Braian empezó a trabajar a los 15 años como albañil. A los 18 se convirtió en delegado y los últimos dos años estuvo “excluido” de la UOCRA, según él, “por la mujer” de su abuelo. Pero sintió una “obligación moral” y volvió al ruedo con parte de su familia presa.
Los primeros meses militó en nombre del “Pata”, pero en junio Medina lo acusó por un violento intento de robo a su casa, liderado por delincuentes vestidos de policías, y lo invitó a cambiarse el apellido. Braian dice no sentir dolor. Transformó la pelea en un impulso.
“La gente pedía un cambio, no de apellido, pero sí generacional. Tomamos el coraje de hacerlo y gracias a Dios los compañeros nos apoyaron. En la última asamblea metimos 3.000 compañeros cuando en el sector que responde a mi abuelo son 200”, dice orgulloso.
Noticias: ¿”Puly” conduce desde la cárcel?
Medina: Si, yo lo veo dos veces por semana. Nos guía y nosotros tratamos de hacer lo que aprendimos de él: escuchar a los trabajadores, comprenderlos y tratar de darles una respuesta. Hoy hay 86 delegados electos y nos apoyan 77.
Noticias: ¿Tiene referentes sindicales a nivel nacional? ¿Los Moyano?
Medina: Me gusta la forma de hacer política sindical de Facundo. Es una manera moderna, ya que Pablo hace una política más de los ´80 o ´90, un sindicalismo más vertical. Pero mi referente es “Puly” que tiene una manera espectacular, más del lado humanitario.
Noticias: Su abuelo nunca se llevó bien con los Moyano...
Medina: No, nunca.
Noticias: ¿Por qué?
Medina: No sé responderte esa pregunta.
Noticias: ¿Qué cosas aprendió del “Pata” y en qué cree que se equivocó?
Medina: Yo no soy quién para decir en qué se equivocó, lo tendrían que responder los trabajadores. Se hicieron muchas cosas buenas, pero también hubo muchos errores que llevaron a tener la organización intervenida y la mayoría de los compañeros de la comisión presos.
Guerra fría. “Vamos narigón, que se mueran los traidores y la puta intervención”, gritan los obreros y desocupados en las asambleas que encabeza Braian Medina. Narigón es “Puly” y la intervención es el delegado normalizador de la UOCRA, Carlos Vergara.
Cuando terminan los cantitos, el Frente de Agrupaciones Unidades que lideran los Medina, dice "apoyar" la intervención.
Vergara llegó a La Plata en septiembre pasado y encontró padrones indescifrables. Por eso puso a su gente a contar trabajadores y visitar obras “para ver si existen”. Cuando la depuración de las listas termine y el juez Luis Armella lo habilite, habrá elecciones.
Mientras tanto, las dos familias de Medina se disputan el poder. “Lamento tanto, papá, que no puedas salir de tanta mierda tóxica”, dice Analía Medina. Del otro lado, los hijastros del “Pata” hablan por Facebook en su nombre, mientras sortean las tobilleras electrónicas y restricciones que la Justicia les impuso a cambio de la libertad.
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