Estaba nervioso y así lo delataban sus tics. No hacía dos horas que Pablo Schoklender (52) se había enterado por su abogado que el juez Norberto Oyarbide había dispuesto nuevamente su detención, tras procesarlo junto a su hermano y más de cuarenta imputados en la causa por el presunto desvío de fondos públicos que recibió la Fundación Madres de Plaza de Mayo para viviendas sociales.
En diálogo telefónico con NOTICIAS poco después de enterarse de la novedad que desde hace una semana temía, aceptó dar una entrevista en exclusiva para hacer su descargo y defenderse de las acusaciones que se le imputan en una causa que considera “injusta” y “una locura”. Temeroso y angustiado, había decidido dejar de lado el bajísimo perfil que adoptó desde que estalló el escándalo en mayo del 2011 y hablar antes de volver a prisión.
Combinar el encuentro no fue tarea sencilla. Para evitar filtraciones telefónicas, no quería acordar con esta cronista un lugar de reunión por esa vía. Prometió volver a comunicarse. Lo hizo 45 minutos después en un mensaje de texto en el que dio algunas coordenadas lo suficientemente vagas como para no ser localizado. Al menos en lo inmediato o hasta que estuviera mentalmente preparado y hubiera podido pasar unas horas junto a su novia, Noelia Garay (28).
Una vez en la zona indicada, esta cronista recibió un mensaje de texto desde otro teléfono con el lugar preciso. Era la terraza de un estacionamiento, cerca del Río de la Plata. La cita se concretó a las 6 de la tarde, con el último sol de la calurosa tarde del jueves 14 de febrero, cuando su hermano Sergio y el contador Alejandro Gotkin ya se habían entregado.
Cuando NOTICIAS llegó al lugar acordado, solo había un auto azul de vidrios polarizados semioculto en una esquina del estacionamiento, del que se bajó un amigo de Pablo que pidió que no hubiera fotos. La entrevista se concretó dentro del vehículo donde también estaba su novia, quien no podía ocultar su desazón. El único requisito: no hacer fotos de ella. La joven permaneció sentada en silencio en el asiento del acompañante.
Noticias: ¿Esperaba esta orden de detención considerando que la Cámara revocó la anterior prisión preventiva que le había dictado Oyarbide?
Pablo Schoklender: Con estos personajes, era previsible cualquier medida que no se ajuste a derecho. Hebe (Bonafini) busca descargar todo su resentimiento y Oyarbide quiere quedar bien con ella y vaya a saber con quién más.
Noticias: ¿Por qué Oyarbide querría quedar bien con Hebe?
Schoklender: Porque si Hebe va a Tribunales y dice que puede presionar a la Corte, amenazándolos con tirarles “carpetas”, ¿cómo no va a poder presionar a un juez de primera instancia? Y Oyarbide, por otra parte, tiene demasiados flancos débiles...
Noticias: ¿Por qué recusó al juez?
Schoklender: Porque perdió por completo su imparcialidad. Las medidas que pidió la querella, las aceptó inmediatamente. De las que pedimos nosotros, no nos concedió ninguna. Y que, a esta altura, que Hebe no haya declarado, es un insulto.
Noticias: ¿Hebe sabía de los movimientos de dinero en la Fundación?
Schoklender: Totalmente. Cuando se dice que la Fundación no pagó las cargas sociales, la que negoció en persona con Bossio (Diego, el titular de la Anses) fue Hebe. La que habló con el presidente del Banco Provincia para abrir una cuenta ahí después de tener más de 400 cheques rechazados en el Credicoop, fue ella. La que firmó los contratos con los gobernadores y los intendentes para hacer viviendas fue ella. Hebe era la que buscaba el apoyo y decidía qué acciones políticas se hacían.
Lea la entrevista completa en la edición impresa de Noticias.
por Mariel Fitz Patrick
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