Eduardo Costantini: “Me llevo perfecto con el Gobierno”

Las chicas miran porque lo saben: Eduardo Costantini está disponible. Su reciente separación de la brasileña Clarice Tavares es comentario imperante. Modelos y mujeres de aspecto chic lo saludan en el deck de su casa en Punta Piedras, mientras él sonríe gentil en una camisa blanca, con lentes Clipper. Es claramente el anfitrión. El martes 6 al mediodía, Costantini -dueño de la desarrolladora inmobiliaria Consultatio, responsable de Nordelta entre otros proyectos- hizo algo inédito: abrió su casa esteña a la prensa. El propósito fue doble: lanzar la marca Aston-Martin en Punta del Este, la creadora de los autos que maneja James Bond en sus películas, y celebrar uno de sus mayores triunfos en años, el comienzo de la construcción del puente sobre la Laguna Garzón, una estructura circular que unirá los partidos de Maldonado y Rocha y que le costará cerca de diez millones de dólares.

En octubre pasado, Costantini puso, junto al presidente Pepe Mujica, la piedra fundacional. El puente se convertirá en una vía de rápido acceso a Las Garzas, un negocio en el que el empresario viene trabajando en los últimos años. Será un barrio privado de casi 500 lotes de entre dos mil y cinco mil metros cuadrados, casi todos frente al mar, sobre la costa de Rocha, a 20 minutos en auto desde José Ignacio, una zona agreste, casi virgen. Costantini anunció el lanzamiento del proyecto en el 2008. Demandó una inversión de casi 60 millones de dólares, y un ajedrez complejo de seis años para destrabar burocracias.

La Dirección Nacional de Medio Ambiente uruguaya puso las primeras objeciones al proyecto. Pero además Costantini tuvo dos enemigos de su propia liga en este desarrollo: los también empresarios Paolo Rocca -jefe de Techint- y Santiago Soldati, que tienen propiedades en la zona y resistían este proyecto que activará el movimiento de autos en el lugar. Soldati hasta intimó judicialmente a Costantini.

Superados los escollos, en la fiesta para la que abrió su casa a los medios y oficializó su separación, se muestra distendido mientras prueba un salmón a la sal con ensalada de tomates amarillos.

Noticias: ¿Qué hizo falta para destrabar la construcción del puente?

Eduardo Costantini: ¡Seis años!

Noticias: Sí, seis años y una suma de voluntades políticas. Pepe Mujica mismo lo inauguró junto a usted hace unos meses.

Costantini: En el 2008 hicimos un acuerdo entre las intendencias de Rocha, Maldonado y el Gobierno nacional uruguayo. Después de 35 años había consenso de que el puente era una necesidad para desarrollar el partido de Rocha, que es el más pobre de todo Uruguay. En general, te diría que la oposición vino del lado de José Ignacio. En Rocha hubo dos personas en contra del puente: Paolo Rocca y Santiago Soldati.

Noticias: ¿Cómo resolvieron las diferencias?

Costantini: Se resuelve a través de audiencias públicas. Cuando hacés un desarrollo de eta magnitud se avanza a través de un proceso de audiencias públicas. Las Garzas está dentro de una regulación moderna vigente, que tiene en cuenta la sustentabilidad. Se hizo todo un estudio de impacto ambiental donde quedó demostrado que es de muy poca densidad. Va a haber muy poca población.

Noticias: No es Nordelta, precisamente.

Costantini: Cada desarrollo que hacés, como Las Garzas, tiene que tener 50% de espacios verdes y la altura de edificación no puede ser mayor los siete metros. No podés hacer una propiedad horizontal en estos 40 kilómetros. En todo este sector no hay una geografía convocante; ni una Brava ni una Mansa. Va a ser una bahía residencial, desde donde te podrás ir a comer a José Ignacio en un rato. Con el puente vas a tardar media hora en llegar.

Noticias: Las Garzas se ve como el próximo paso inmobiliario después de José Ignacio. Parece que el crecimiento de Punta del Este sigue en esa dirección.

Costantini: Es así. Hace 40 años que veraneo acá. Después de Bikini, vino Punta Piedras y luego José Ignacio. Algunos decían que La Barra no iba a prosperar nunca. Pero esta es una fase de construcción más tranquila, por la geografía de esta zona.

Noticias: Se habla de un 30% vendido en Las Garzas.

Costantini: Un poco más.

Noticias: Pero con la crisis del dólar, ¿quién compra? ¿Son extranjeros, brasileños o argentinos?

Costantini: La mayoría argentinos, como sospechamos siempre. Con la existencia del puente, podemos hacer un hotel boutique, algunas casas, es lo que busca el extranjero. Pero es un proyecto de mediano y largo plazo. No estamos en un momento de esplendor inmobiliario. En Nordelta, por ejemplo, no está comprando nadie.

Noticias: ¿Nadie?

Costantini: Muy poca gente. Porque hay una crisis, hay una incertidumbre. Las ventas en Nordelta bajaron significativamente en los últimos dos años.

Noticias: Este nuevo negocio lo emociona.

Costantini: Cumplimos con los propietarios que compraron los terrenos y con nuestro cometido. Es una obra pública que va a ser historia. El puente de La Barra es un ícono. Acá va a haber otro. Va más allá de la plata, si ganás más o menos. No va a tener nada que ver con José Ignacio, va a ser un trabajo mucho más lento. En Laguna Blanca, un barrio que fundé en 1980, hoy todavía podés comprar terrenos, queda cerca de Bikini. Los desarrollos se afianzan de a poco. Nordelta es un proyecto a 30 años y eso que estamos cerca de la capital. La organización lleva muchos años.

Noticias: Muchos CEOs y jefes de industria tienen la pelota parada. El cambio de ciclo político es el factor preponderante. ¿Esto lo afecta?

Costantini: Como ya te digo: disminuyeron las ventas. Pero a mí el cambio de ciclo político no me genera incertidumbre. Creo que va a haber un cambio para mejor en el corto plazo.

Noticias: La AFIP en los últimos años fue particularmente dura con los habitantes de Nordelta.

Costantini: Pero eso no tiene nada que ver. Todos los desarrolladores venden menos.

Noticias: Entonces, ¿cómo se lleva hoy con el Gobierno?

Costantini: Me llevo perfectamente bien con ellos. Tienen un director en Consultatio. El 25% de Consultatio es del Estado a través del ANSES. Fui la primera persona en la Argentina que, sin que lo dijera la ley, dije que este socio merecía tener participación en el directorio. Yo no dramatizo la vida. Tomo las cosas como son.