La vida de Mario Javier Firmenich (39), hijo del máximo líder montonero, estuvo marcada por la década más extrema y sangrienta de nuestra historia - los '70- y por el peso de un apellido que es un símbolo de la violencia de esos años.
Incluso, su reciente militancia en La Cámpora, adonde fue obligado a trabajar en silencio y sin llamar la atención de los medios porque Cristina no “bancaba” el apellido Firmenich, es -de algún modo- producto de esa época sangrienta.
Hoy vive en Córdoba, en la localidad de Salsipuedes, muy cerca del hogar adonde lo criaron, sin nombre, durante los 5 primeros años de su vida. Allí fue donde el Padre Luchesse, a cargo del lugar, le arrancó con una hojita de afeitar el lunar, idéntico al de su padre, con el que los militares podían darse cuenta de quién era. Es licenciado en Economía y docente universitario.
De su paso por el kircherismo y La Cámpora, habló largamente con NOTICIAS. Aquí, los momentos principales del diálogo.
NOTICIAS: ¿Cómo empieza a militar en La Cámpora?
Firmenich: Después de recibirme en Barcelona vuelvo a la Argentina, pocos meses después de que Néstor Kirchner pierde la elección con De Narváez. Era un momento bastante crítico del kirchnerismo. Tenía muchísimos amigos K y ex compañeros de trabajo como Gabriel Mariotto, que en aquel momento era presidente del Comfer. Andrés “Cuervo” Larroque fue mi mejor amigo en el post-secundario. Tras la muerte de Kirchner, el Cuervo me pide que arme La Cámpora en Córdoba. El problema empieza a surgir más adelante, en el comienzo del segundo gobierno de Cristina. Yo sabía fehacientemente que Cristina a mi viejo no lo quería. Ella bancaba de Montoneros una posición más cercana a la de el “Perro” Verbitsky. La posición que satanizó la Contraofensiva y a Firmenich como jefe de esa decisión política.
NOTICIAS: Usted tiene un perfil bajísimo. ¿Por qué no quería hablar?
Firmenich: Dentro de La Cámpora no había posibilidad de trabajar políticamente con una lógica autónoma.
NOTICIAS: ¿Hubo un “operativo retorno” de su padre?
Firmenich: No, nunca hubo nada de eso.A esta altura él ya no piensa en volver a la política argentina. Tiene 68 años. Y sostiene que es un excluido de la política.
NOTICIAS: ¿Se terminó su relación con el “Cuervo” Larroque?
Firmenich: No, seguimos siendo amigos. Tenemos una relación desde chicos. Esa relación no se va a romper aunque políticamente no coincidamos en este momento.
NOTICIAS: ¿Cómo es Máximo Kirchner?
Firmenich: Yo estuve sólo dos veces con él. Es un tipo que está muy condicionado. Hace política por herencia, casi por obligación. Me parece a mí que le gusta más la política como análisis que como práctica.
NOTICIAS: ¿Se planteo alguna vez La Cámpora tener entrenamiento armado? ¿Qué significan consignas como "si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar" o “Resistencia y aguante”?
Firmenich: Jamás se planteó algo parecido. Sería imposible por las características de quienes integran La Cámpora. Las consignas son más bien folklore para la tribuna. Es una organización política fundada desde el gobierno. No está en condiciones de plantearse algo como la lucha armada. “Resistencia y aguante”, alguna vez les dije a mis compañeros, consiste en construir alternativas dentro de la democracia.
por Adriana Lorusso
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