Muchos de los testimonios de quienes han perdido amigos o familiares en fiestas en las que se consumen drogas de diseño se repiten casi calcados. Desgarradores, asombrados. “Mi hermano tomó éxtasis, una pastilla de buena calidad –cuenta Magali Martins Serafín-. La autopsia determinó que había consumido MDMA (éxtasis) sin mezclar con alcohol ni con ninguna otra sustancia, en la Ultra Music 2013”. La creencia de que el éxtasis es en esencia bueno, pero malo cuando cae en manos de traficantes inescrupulosos está casi tan extendida como la idea de que no hay fiesta de música electrónica cool sin drogas. “Todos los amigos de mi hermano habían tomado lo mismo que él, pero a él la sustancia lo mató y a los demás no. Mi hermano no tenía antecedentes, era una persona sana, no tomaba alcohol ni fumaba, tenía 31 años y se preocupaba por saber bien qué iba a consumir. Consumía de manera ocasional, cuando iba a algún evento de música electrónica.”
Ni por ser “pura” ni por ser de uso “eventual” una droga de diseño o de síntesis química es “confiable”. Todas estas drogas ejercen un efecto a los minutos de ser ingeridas y también a lo largo de los meses y años en que invaden el organismo. Todas pueden matar en minutos. Todas dañan el sistema nervioso central con el tiempo.
“Se definen como drogas de síntesis a todas aquellas sustancias que normalmente se hacen en laboratorio y que no provienen de un vegetal, como la marihuana o la cocaína. Son modificaciones químicas que se van realizando sobre una estructura tratando de disminuir los efectos nocivos y de exacerbar los efectos por los que se las consume, como la euforia y las ilusiones o alucinaciones”, explica el toxicólogo Carlos Damin.
Reina de la noche. La MDMA altera el humor y la percepción, es decir, la consciencia de la persona. Es químicamente similar a los estimulantes y a los alucinógenos, pero logra que el consumidor se sienta con más energía, emocionalmente plácido y feliz, con percepciones de sensaciones y transcurso del tiempo distorsionados. NOTICIAS entrevistó a la directora del NIDA (Instituto nacional sobre el abuso de drogas, parte de los Institutos Nacionales de Salud, NIH), Nora Volkow, posiblemente la persona que más sabe los efectos de las drogas. Nieta de León Trotsky, los trabajos de investigación de Volkow han sido fundamentales para demostrar que la drogadicción es una enfermedad del cerebro humano.
Noticias: ¿Por qué piensa que el éxtasis y sus derivadas son socialmente más aceptadas que otras drogas, como la cocaína o la heroína?
Nora Volkow: Porque, en contraste con las drogas estimulantes como la cocaína, las drogas de diseño actúan a nivel cerebral más sobre el sistema de la serotonina que sobre el sistema de la dopamina, ocupando una posición intermedia entre los estimulantes y los alucinógenos. Esto hace que la MDMA no produzca una euforia inducida como la cocaína, sino un estado emocional placentero con relajación, pérdida del miedo, sentimientos de felicidad. Y también muy fuertes efectos alucinógenos.
Lo que sucede es que la MDMA (que también incluye a superman, variante más nueva que el éxtasis) actúa a nivel cerebral aumentando la actividad de tres químicos. La dopamina (provoca euforia y el aumento de energía), la norepinefrina (que aumenta el ritmo cardíaco y la presión sanguínea) y la serotonina (quita el apetito, afecta el humor, el sueño, disminuye el apetito sexual, aumenta la sensación de confianza y empatía con los demás). La serotonina, es la que dispara esas sensaciones de bienestar y de amor por la humanidad que le dio al éxtasis el nombre de “love drug”. Cuando uno ve a un consumidor de éxtasis, es muy posible que esté abrazando a otros, pegado a ellos, o incluso sintiendo que se acaba de enamorar de alguien a quien recién conocen.
Largo plazo. Los efectos de la droga MDMA duran entre 3 y 6 horas, y no es raro que algunos consumidores tomen una segunda píldora para apurar los efectos. Pueden sentir además náuseas, contracciones musculares, castañeteo dental, visión borrosa, escalofríos, transpiración abundante. El cuerpo deja de regular bien la temperatura y eso lleva a una hipertermia que puede derivar en falla hepática, renal, cardíaca. Y en la muerte. Especialmente cuando se combina con otras drogas, incluyendo la marihuana. Y aún cuando la pastilla sea “pura” y haya sido fabricada en el laboratorio más limpio y ordenado del planeta.
A lo largo de la semana quienes se drogan con éxtasis pueden sentir: irritabilidad, impulsividad y agresividad, depresión, problemas para dormir, ansiedad, problemas con la memoria y la atención, menos ganas de tener relaciones sexuales. Con el consumo prolongado por años, los efectos se potencian. Estudios en animales muestran cómo el consumo de MDMA daña mortalmente a las neuronas. Una de las drogas con las que suelen mezclarse éxtasis y superman es el LSD, o ácido o submarino amarillo, uno de los químicos más potentes en lo que a cambiar el ánimo se trata.
También se usa la ketamina o “vitamina k”, empleada originalmente como anestésico quirúrgico. Mucha de la ketamina vendida en fiestas y calles proviene de veterinarias. Tanto el LSD como la ketamina actúan a nivel químico del cerebro, aumentan la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, incrementan las sensaciones y la temperatura corporal, cambian el sentido del tiempo, impulsan la transpiración, provocan sentimientos de pánico, paranoia, psicosis. Con el tiempo, y aún después de dejar de consumirlos, originan problemas en el habla, pérdida de memoria y de peso, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, problemas visuales graves.
Aunque el LSD no es considerado como una droga adictiva porque no provoca la búsqueda descontrolada de consumo, sí produce tolerancia, lo que lleva a sus consumidores a aumentar las dosis del ácido cada vez más para lograr los mismos efectos.
Noticias: Muchos consumidores creen que tomar éxtasis es seguro, mientras no se le agreguen otras drogas como la ketamina y el LSD.
Volkow: Los efectos agudos de cualquier droga se dan en función de muchos factores, tanto a nivel individual como ambiental. Sería irresponsable decir que un tipo de droga es más segura que otra, pero sí es cierto que mezclarlas es potencialmente más peligroso.
Noticias: ¿Cuál es el rol que juegan el alcohol y las bebidas energizantes, mezclados con cualquiera de estas drogas sintéticas?
Volkow: No es raro que los consumidores combinen drogas que tengan efectos opuestos. Por ejemplo, algunos usuarios creen que si mezclan un estimulante fuerte (como cafeína o anfetaminas) con una droga sedativa, como el alcohol, les permitirá compensar los daños de una droga.
Todas las drogas enferman. Todas pueden matar. Como dice Magali Martins Serafín, no se trata de intuir que provienen de un lugar conocido, “el caso de mi hermano demuestra que por más que sepas eso, siempre puede fallar”.
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