Hay un tipo de enfermedades que son generadas por el propio cuerpo para atacar a otros componentes del mismo organismo al que, de pronto, consideran extraño o dañino. Se calcula que de los 16 millones de personas que sufren este tipo de trastornos, unos 12 millones son del sexo femenino. ¿Por qué? No está determinado aún, pero los científicos han podido comprobar que las mujeres tienen una mayor predisposición a desarrollar enfermedades autoinmunes por causas vinculadas a la genética y a lo hormonal, además de la incidencia que sobre las mismas tiene el medio ambiente.
Tiroiditis de Hashimoto, síndrome de Sjöedren, lupues, artritis reumatoidea, fibromialgia, además de trastornos y enfermedades metabólicas como la resistencia a la insulina y las dislipidemias están vinculadas con la inflamación de partes o tejidos del organismo. El sistema inmune, por caso, genera vasos sanguíneos. El endometrio, la membrana mucosa que recubre la cavidad del útero y cuya función es alojar al cigoto después de la fecundación permitiendo su implantación, es rico en tejido conjuntivo y está altamente vascularizado. El cigoto es la célula que resulta de la unión de las células sexuales masculina y femenina y a partir de la cual se desarrolla el embrión de un ser vivo.
Desde hace muy pocos años un grupo de científicos argentinos se dedicó a estudiar cómo el endometrio, por esas mismas características de estar poblado de vasos sanguíneos, podría ser capaz de detectar cuándo el organismo está atravesando un momento de alta inflamación. Es decir, de malos funcionamientos que culminan con esa reacción que se desencadena en una parte del organismo o en los tejidos de un órgano como respuesta a una agresión, a una irritación.
Por las mismas funciones del endometrio, clave en el proceso del embarazo y la gestación, avanzar con el estudio y comprensión de cómo el endometrio puede detectar problemas de salud de la mujer puede, al mismo tiempo, ayudar a solucionar exitosamente muchos problemas de fertilidad.
Según Gabriela Gutiérrez, investigadora de carrera del CONICET, fundadora y actual CEO del laboratorio Inmunogénesis, “que nació con un primer objetivo de estudiar el endometrio, su estado y las eventuales patologías que afectan la posibilidad y viabilidad de un embarazo exitoso, estudiar en detalle el endometrio y su estado particular es central para la medicina reproductiva, porque es un tejido que actúa como una especie de sensor capaz de regular la continuidad, o no, del embarazo. Si algo del cuerpo de la mujer no está del todo bien, si está sufriendo algún proceso de inflamación, aunque no se hayan expresado aún otros síntomas, el endometrio lo detectará. A ese tipo de enfermedades se las denomina subclínicas justamente porque se encuentran en un estadio en el que no emiten señales de alerta visibles, pero el endometrio puede delatar su presencia".
En este contexto, la infertilidad se convierte en una defensa natural del organismo de la mujer debido a que su cuerpo se encuentra potencialmente comprometido y no está lo suficientemente apto como para desarrollar y llevar a término un embarazo normal.
Con el objetivo de crear una herramienta que permita detectar si la ausencia de embarazo en una mujer se puede deber a un problema previo de salud (detectado por ese sensor natural que es el endometrio), es que Inmunogénesis creó TiME, Test del Estado Inmunológico del Endometrio. Se trata de un estudio de utilidad en fertilidad, pero orientado a la prevención mediante un algoritmo de diagnóstico y tratamiento basado en la medicina personalizada.
Inteligencia interna
“El endometrio tiene la particularidad de ser un tejido que se regenera en forma constante y es el único caso del cuerpo en el que se da fisiológicamente esa generación de nuevos vasos sanguíneos ciclo tras ciclo, mes tras mes. Es por eso que el endometrio tiene la potencialidad de delatar diversas patologías aún no declaradas en forma sintomática”, aclara Gutiérrez.
El diagnóstico del TiME contempla la proporción de poblaciones celulares que forman parte de la respuesta inmunológica de las mucosas. En particular el endometrio de una mujer fértil debe expresar en un determinado momento del ciclo menstrual un delicado equilibrio entre las poblaciones que defienden de una inflamación versus las que favorecen la formación de vasos sanguíneos esencial para la receptividad endometrial y el desarrollo de la futura placenta.
La mayoría de las mujeres que experimentan problemas reproductivos y no encuentran causa aparente a su infertilidad, se sienten explotadas por la falta de estandarización de los métodos de diagnóstico y tratamiento que están en la frontera entre la ciencia y la medicina traslacional. Es por eso que lejos de protocolizar la enorme oferta que existe hoy en el mercado, la investigación debe orientarse a desarrollar y validar clínicamente herramientas de diagnóstico personalizado que separen los grupos de tratamiento.
Lo que buscan los análisis y la interpretación que realizan los médicos e investigadores de Inmunogénesis es revisar diversos marcadores biológicos del endometrio para determinar si existen problemas inmunes capaces de estar provocando aborto a repetición o alguna falla en la implantación del embrión. "Y si lo encontramos, el equipo interdisciplinario recomienda diversos tratamientos capaces de modular la respuesta inmunológica y facilitar el éxito de la fertilización asistida o natural. Pero lo interesante es que la paciente encuentre la causa a su problema. Hoy en día aun en caso de éxito hay pacientes que no saben a qué se debe su infertilidad", explica Soledad Mayol, médica del laboratorio.
Comprobaciones. Los estudios realizados por los investigadores argentinas señalan que, tras el estudio y tratamiento personalizado, se pasó de un 8% de nacidos vivos a un 78%, "luego de analizar y modular la inflamación presente en el endometrio y con controles del embarazo hasta la semana 22", puntualiza Gutiérrez.
Para la paciente el procedimiento es simple: debe concurrir en un día determinado para que los especialistas le realicen una biopsia y un análisis de sangre. Con los resultados, y en interconsulta con los profesionales de la clínica de fertilidad de la paciente, el equipo médico recomienda un tratamiento que, en un gran porcentaje de casos, facilita la concreción del embarazo.
Todos estos procedimientos han sido validados científicamente y, de hecho, la compañía está actualmente asociada al Conicet de Argentina en las regalías económicas que pueda generar este tratamiento para las parejas con dificultades de concepción. Además, por ser una empresa de base tecnológica, parte de sus ganancias se reinvierten en nuevas investigaciones.
"La empresa ya está ofreciendo servicios innovadores, basados en investigaciones de profesionales de Argentina, que estarán disponibles para todas las clínicas de fertilidad de la región de América Latina”, asegura Gutiérrez. Y destacó que "se trata de un servicio de salud absolutamente nuevo, que todavía no existe ni es brindado en otros laboratorios del mundo"
Expansión a Brasil
La semana pasada, Inmunogénesis firmó un acuerdo con el Centro de Imunologia da Reprodução de Brasil, comenzando su expansión internacional mediante un convenio que ofrezca el servicio, pero que también permita avanzar en investigación y desarrollo de forma conjunta. Este convenio permitirá sumar becarios de doctorado y de postdoctorado, que se cofinancian entre ambos estados y la compañía.
“Pensamos que esta tecnología es la dirección que debe tomar la medicina porque tiene en cuenta al paciente en lo individual, no se trata además de sólo hacer un test sino de continuar con un tratamiento - comenta Tatiana Michelon, CEO del Centro de Inmunologia da Reproduçao-. Es un gran complemento para médicos y centros de fertilidad que podrán encontrar un nuevo conjunto de causas que hasta ahora no estaban dentro del radar de lo que se hace normalmente.”
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