De las unidades básicas a las tablas de los teatros. Aunque sigue siendo diputado provincial en Buenos Aires, José Ottavis se convirtió en un nuevo actor de la farándula nacional. Con su alto perfil público, sus excentricidades y sus problemas de adicciones hechos públicos, el ex de Vicky Xipolitakis suma enemigos al interior del proyecto nacional y popular. “Pasó de ser, en un principio, ‘pobre José hay que ayudarlo’ a volverse ahora un tipo peligroso”, apuntan al interior de La Cámpora.
El desbarranco de quien fuera uno de los hombres fuertes del kirchnerismo se convirtió en moneda corriente y quienes hasta hace poco respondían a su mando y respetaban sus decisiones, ahora prefieren despegarse. La gota que colmó el vaso fue el video donde se lo vio practicando baile vestido con una remera de la Juventud Peronista. Para algunos lo que busca Ottavis es ser expulsado del partido y usar eso como una movida política. Para otros se trata de un exceso y no mucho más. Todos coinciden en que se trató de una afrenta: “Se equivocó feo”, señalan. Días después de que las imágenes de sus prácticas de danza se hicieran virales, concurrió al programa Pasión de Sábado, donde volvió a demostrar sus toscos movimientos de danza.
El raid mediático no terminaría ahí. Su amiga Moria Casán subió a sus redes sociales fotos del festejo por el fin de la obra teatral “Plumas en la noche”, de la que participaba Ottavis, en la que se puede ver al diputado en un claro estado festivo y ataviado con un extraño disfraz. “Eso te marca su actualidad. Ahora está para eso”, se apura en indicar un integrante de La Cámpora.
Las interminables reuniones peronistas, hasta bien entrada la noche, dejaron lugar a los cócteles con la farándula local. A un año de la salida del poder, uno de los integrantes de La Cámpora, transformó su realidad y ya no se rodea con la misma gente. Ya no hay “compañeros” a su alrededor. Ahora hay vedettes y famosos.
¿Política? El “Ottavis mediático” fue demasiado para el kirchnerismo más puro que ya busca maneras de desprenderse de él. “Para los más ortodoxos es una vergüenza lo que hace”, aseguran al tiempo que remarcan que cada vez que José dice que habló con Cristina o Máximo se agarran la cabeza por quedar involucrados con la nueva vida de Ottavis. “Cada aparición de él es una mancha”, dice un kirchnerista bonaerense que explica que José ya no quiere hacer política al modo K, sino que ahora busca hacerla a su manera: a través de los medios y sin temor al ridículo.
Pero su nuevo perfil le quitó sustento. “Todos los que respondían a él se alejaron o tratan de que no se los asocie”, afirman. Ottavis ve como los que antes lo buscaban hoy lo evitan. “Es que no se está dedicando a la política”, se justifica un camporista, que igualmente reconoció que José era una gran pérdida porque “cuando se pone a hacer política es muy bueno”.
En el entorno del diputado, en tanto, aseguran que su cabeza sigue en la función pública. “Continúa presentando proyectos y como ahora es más conocido la gente se le acerca más para plantearle inquietudes que él puede tratar de resolver”, confían. Sin embargo, la última persona en sumarse a su espacio político expresa más de su actualidad: Rocío Gancedo, ex vedette y participante de Gran Hermano es la flamante incorporación al equipo de trabajo de Ottavis.
“Si se quiere dedicar a otra cosa, perfecto. Y sino, es bienvenido, pero de otra manera. No así”, resume un K. El nuevo Ottavis deberá decidir si sigue disfrazándose para las fotos de la farándula o si vuelve a la política, esa que él niega haber abandonado.
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