Los canales de tevé del mundo muestran las imágenes de miles de personas que arrasan los shoppings y dejan a su paso envoltorios de electrodomésticos como símbolo del #BlackFriday, el gran viernes de consumo que antecede en Estados Unidos a la fiesta del Día de Acción de Gracias, con ofertas de hasta un 75%. Es el día en que se da el puntapié inicial a las compras de Navidad y fin de año.
Pero este gran movimiento consumista tiene también su contracara global: el Día sin compras, que se expresa en redes sociales con hashtags como #Diasincompras2016, #BuyNothingDay o #BuyNothingFriday. Desde esta consigna, distintas organizaciones ambientalistas o a favor del consumo consciente de todo el mundo invitan a dejar de comprar como una forma de expresar rechazo al hiperconsumo condicionado por las ofertas. Su slogan es "Shop less, live more” (“Comprá menos, viví más”).
El Día Sin Compras fue creado por el artista canadiense Ted Dave en 1992, en Vancouver, como una protesta contra el consumismo que lleva a comprar lo que no se necesita por el puro reflejo condicionado de aprovechar las ofertas. Desde 1997 se celebra el día después de la fiesta de Acción de Gracias, en coincidencia con el Black Friday, y es promocionado por la revista Adbusters. Cobra mucha fuerza en Gran Bretaña, España y otros lugares de Europa.
Hoy el Día Sin Compras se celebra en más de 60 países. Se convoca a visitar shoppings y tiendas vestido de zombie, gritar cosas como “¡Comprar, comprar, comprar!” o “¡Marca, marca, marca!”, instalarse en las puertas con grandes tijeras para cortar tarjetas de crédito y hasta a hacer trencitos en los supermercados con carritos vacíos. También se organizan gratiferias y reuniones de intercambio barrial, y se distribuyen tarjetas y memes anticonsumo.
Comentarios