“Estamos muy orgullosos de la producción industrial y tecnológica que existe en Tierra del Fuego”, decía Mauricio Macri en un video que difundió por redes sociales en la campaña presidencial de 2015. “Ahora mi compromiso es trabajar para que en la isla haya todavía más desarrollo y para que todo su potencial se ponga en valor. Sé que juntos podemos lograrlo”, concluía.
Así como el anterior Gobierno estaba obsesionado en promover el ensamblado de electrónica en la isla y después, ante las críticas internas, como las del exministro de Economía Axel Kicillof, comenzó a presionar para sumar algunos componentes nacionales, la nueva administración centra sus energías en bajar los precios. Se trata de un objetivo contrapuesto a los que rigieron durante los 12 años previos y a partir de los que invirtieron y emplearon poco o mucho los industriales en la isla.
Así fue que el Gobierno de Macri llegó a un acuerdo en julio último con los fabricantes de celulares, las marcas y las telefónicas para que lanzaran productos a 2.200 pesos. “‘Buscate un 4G barato’, nos dijo el Gobierno y así es que hicimos el celular a 2.200, con menos prestaciones”, explica el CEO de la fabricante Newsan, Luis Galli. Antes valían entre 3.000 y 3.500. Algunos de los nuevos modelos ni siquiera se vendían antes.
El presidente de la Asociación de Fábricas Terminales de Electrónica (Afarte, que nuclea a las fueguinas), Federico Hellemeyer, reconoce que la rebaja fue posible porque “resignaron margen todos: los fabricantes, porque canibalizaron el stock que tenían de 3G, las telefónicas y de facto también las cadenas de retail debieron hacerlo porque si no, se quedaban sin mercado”.
Pero un empresario proveedor nacional de componentes y directivo de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel), que prefiere guardar el anonimato, tiene otra versión: “Lo del teléfono económico fue para sacarse de encima el stock que no se vendía y para mostrarle al Gobierno que los fabricantes podían ganar menos y ser más competitivos. Dicen que harán lo mismo con aires y televisores”.
La decisión del Gobierno de lanzar el celular económico fue una señal de que mantendrá esa producción en Tierra del Fuego, según admite un alto funcionario del Ministerio de Producción. “El celular a 2.200 pesos fue un ejemplo de cómo bajar el costo. No se llegó al objetivo deseado, pero es un sendero”, agrega.
En las telefónicas, mientras tanto, un directivo critica el plan: “A Tierra del Fuego no le conviene hacer celulares de 2.200 pesos, porque necesitás mucha escala o si no los de alta gama. Por eso hay dos o tres marcas baratas que no llegan al país. Los celulares de la isla están 10% o 20% más caros que los asiáticos antes de aranceles e impuestos. Pero los modelos más baratos llegan a valer 50% más caros. Si se volviese para atrás con el impuestazo tecnológico de 2009, no se fabricarían más los celulares de gama baja y seguramente los compraríamos de Manaos, por la exención de arancel”. Sin embargo, admite que “hoy pesa más el costo financiero que el de producción”.
Otro empresario de la industria fueguina, que prefiere el anonimato, también critica la iniciativa macrista: “El Gobierno impulsa la fabricación de celulares, que es lo que menos valor agrega”, dado su acotado proceso de ensamblado en relación a todos los demás electrónicos de la isla.
La política oficial de rebajas de precios continuó el 7 de noviembre último cuando el secretario de Comercio, Miguel Braun, anuncióque en marzo próximo bajará al 0% el arancel de computadoras de escritorio y portátiles y tablets. Un alto funcionario del Gobierno justifica la rebaja por el hecho de que se trata de un bien de capital, necesario para potenciar la producción de toda la economía argentina.
“La baja del arancel hará desaparecer la fabricación local”, lamenta Galli, de Newsan. “En tablets no hay tanto impacto porque el 95% se importa, pero las notebooks eran hasta ahora 20% de la isla y 80% del continente. Hay que ver si se traslada la rebaja al precio final. Hoy en día las notebooks y tables nacionales están quizá más baratas que en Brasil porque todos quieren liquidar stocks”, agrega Galli.
En Tierra del Fuego fabricaban notebooks Newsan, BGH Positivo (alianza de la empresa de los Hojman y Teubal con la brasileña Positivo), Brighstar, Garbarino y Frávega, entre otros. En cambio, Mirgor, la empresa de Nicolás Caputo, nunca se metió en este negocio. En el continente fabrican Núcleo, Banghó, Exo, Novatech y Coradir, entre otras. La industria repite que hay 5.000 puestos de trabajo en juego, de los cuales 400 son de Tierra del Fuego. Pero el ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, calcula que en la isla sólo están en juego 150 puestos de trabajo de BGH Positivo y promete soluciones.
“Yo no puedo reconvertir a 400 tipos en cuatro meses… Sería Bill Gates si lo hiciera”, razona el CEO de BGH, Gustavo Castelli. “Pero hoy no veo que esto sea como en los 90”, aclara el ejecutivo. “(El exministro de Economía, Domingo) Cavallo amenazaba y no le importaba nada. Así llegamos al 20% de desocupación. Este Gobierno sabe que no hay plafón para eso. Te pregunta cómo puede ayudar”, destaca Castelli en sus oficinas del barrio porteño de Constitución.
Fuentes gubernamentales han prometido que los despedidos recibirán durante un plazo determinado el 50% de su salario como seguro laboral y de capacitación. No subsidiarán a las empresas para que mantengan a los empleados sino a aquellas que los tomen. Además, el Ejecutivo prometió a las compañías argentinas que les comprarán 250.000 unidades para el plan Conectar Igualdad, de reparto de netbooks en escuelas, una cifra insuficiente comparada con las 400.000 que pedía el gerente general de la Cámara Argentina de Máquinas de Oficinas Comerciales y Afines (Camoca), Carlos Scimone.
La decisión del Gobierno de Macri de eliminar el arancel a la importación de computadoras va a contramano de lo que promete hacer el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, en su país. En campaña prometió: "Voy a hacer que Apple comience a hacer sus computadoras y sus iPhones en nuestro país, no en China". Amenazó con subir al 45% el arancel a productos chinos.
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Esta investigación fue realizada para Chequeado.com y se publica en forma conjunto con NOTICIAS. Chequeado es una organización dedicada a la verificación del discurso que busca mejorar la calidad del debate público en la Argentina. Este artículo forma parte del proyecto “Investigación y datos: Chequeado sin corsé”, que incluye más de 12 producciones a publicarse antes de fines de 2016 en el sitio especial “Chequeado Investigación”, y que fueron financiadas gracias al apoyo de Open Society Foundations (OSF).
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Esta investigación se completa con otros textos:
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