Un paisaje natural imponente, instalaciones de lujo y la posibilidad de no ser asediado por la prensa ni que se sepan sus movimientos. Mauricio Macri define a Villa La Angostura como su lugar en el mundo y hasta allí viajará el domingo 25 para quedarse durante dos semanas en el exclusivo Cumelén Country Club. Pasará Año Nuevo con su entorno más íntimo y, según sus voceros oficiales, no tiene agendada ninguna reunión de trabajo. A un año de haber ganado las elecciones presidenciales, su principal objetivo es descansar y desconectarse de las presiones.
Este miércoles 21 Macri hizo un balance del 2016, al que calificó como “un año muy duro”. En los últimos meses, el Presidente tuvo que acostumbrarse a un nuevo ritmo de vida, mucho más agitado que cuando era jefe de Gobierno, y eso repercutió directamente en su salud. Por eso, a diferencia de otras visitas en las que aprovechó para reunirse con dirigentes del Pro de Neuquén y Río Negro, en esta oportunidad espera poder dedicar la mayor parte del tiempo a su familia. Estos días los pasará acompañado de Juliana Awada, su hija Antonia y la hija que la Primera Dama tuvo con Bruno Barbier, Valentina.
Caminatas al aire libre, recorrida gastronómica por restaurantes de primera categoría y un eventual encuentro con los reyes de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta y Guillermo serán las actividades que completarán esta escapada patagónica.
Privacidad absoluta. Cumelén, a orillas del lago Nahuel Huapi es uno de los barrios cerrados más exclusivos de la Patagonia. Tiene 230 hectáreas, cancha de golf de 9 hoyos, de tenis y de fútbol además de un puerto y marina. “Es el lugar ideal para escaparse de las cámaras”, asegura un vecino de Villa La Angostura.
Macri elige hace años este pueblo para vacacionar pero desde que se convirtió en Presidente tuvo que modificar sus hábitos. “Cuando estaba en el gobierno de la Ciudad era más frecuente verlo en el centro. En algunas oportunidades se lo vio comprando en una heladería o en una chocolatería”, cuenta otro vecino de la pintoresca localidad turística.
Antes de llegar a la Presidencia, prefería hospedarse en la casa de su amigo Eduardo Cohen, a poca distancia de Cumelén. Sin embargo, en sus últimas visitas se recluyó y evitó mostrarse en público. “Ahora es distinto y este country te ofrece la posibilidad de una estadía larga sin tener que salir porque tenés todas las comodidades ahí adentro. Evitás la exposición”, asegura el empleado de un hotel de la zona.
En este exclusivo barrio privado suelen vacacionar también el amigo del presidente, el empresario Nicolás Caputo, quien se compró un chalet frente al lago. De hecho, esa fue la casa en la que el Presidente pasó las fiestas el año pasado. Según trascendió, este año (al igual que los anteriores), Macri habría alquilado la misma cabaña que ocupa en cada escapada a La Angostura.
Su alojamiento en este barrio le permite que tampoco tenga que preocuparse por la exposición si desea ir al restaurante de la hostería “Las Balsas”, uno de sus favoritos. Cruzando el Nahuel Huapi desde Cumelén en lancha y sin tener que salir del country, es posible llegar a uno de los lugares más top de toda la región. Este resort, que pertenece a la familia Sielecki, es integrante de Relais y Chateaux, un grupo que reúne a los hoteles de lujo y restaurantes gourmet y el matrimonio presidencial suele ser un habitué cuando "escapan" al sur.
El año pasado en “Las Balsas” se organizó un almuerzo para celebrar las fiestas y el Presidente fue uno de los invitados especiales, se sacó fotos y pasó todo el día en el hotel. Además, había sido el lugar elegido por Macri y Awada en 2011 para pasar unas vacaciones románticas ni bien contrajeron matrimonio.
En aquella oportunidad disfrutaron de una regata y de una glamorosa fiesta junto a Martín Zorreguieta, el hermano de Máxima y dueño de otro de los restaurantes que suele frecuentar el matrimonio, Tinto Bistró. Si bien Macri y el hermano menor de la reina de Holanda no son amigos, mantienen una buena relación desde hace varios años. De hecho, fue allí donde se festejó el cumpleaños número 7 de la hija mayor de la Primera Dama.
Para esta visita, que se extenderá desde el 25 de diciembre hasta el 8 de enero, un contingente de efectivos de la presidencia llegó y organizó los preparativos para recibir a Macri, la Primera Dama y sus hijas. En los próximos días, el número de guardias podría aumentar debido a la llegada de los reyes de Holanda. “El tema de la policía cambió mucho. Antes él venía como jefe de Gobierno y Máxima como princesa y no se veía tanto despliegue. Este movimiento ahora a muchos les molesta mientras que otros creen que ayuda a fomentar un turismo más de elite”, subrayó un vecino. El presidente de la Nación y una reina europea en el mismo pueblo de poco más de 10 mil personas, hace que los operativos de seguridad puedan pasar menos desapercibidos.
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