El minuto de silencio es respetado con rigurosidad: sólo se escucha el cantar de algunos pájaros. Ni siquiera suena un click del disparo de una cámara, y eso que la cava de General Madariaga está inundada de periodistas y fotógrafos. Hace exactamente dos décadas mataron a uno de ellos a metros de donde más de cien personas se paran hoy. Luego de sesenta segundos, la multitud grita veinte veces: “Cabezas presente”. Su hermana, Gladys, y su viuda, Cristina, lo recuerdan junto al resto de las personas que se congregaron para el homenaje. Son las diez de la mañana. Los ojos del fallecido reportero gráfico observan a todos desde un monumento cercano.
Durante más de una hora se van a suceder los discursos en el lugar donde una banda de policías y delincuentes, a las órdenes del oscuro empresario Alfredo Yabrán, liquidó a José Luis Cabezas. Su hermana abre el acto. “Eligieron matar a José Luis por dos pesos. Los asesinos de Cabezas siempre serán asesinos, por más que vayan a misa y que hoy estén libres”, dice Gladys con mucha bronca, mientras que agradece a su “familia postiza”, los integrantes de la asociación civil “Para Que No Te Pase”, que la acompañan.
En la última edición, NOTICIAS logró hablar con Alberto “La Liebre” Gómez, el ex comisario de Pinamar que liberó la zona para el asesinato del fotógrafo, y también encontró al ex policía Aníbal Luna, que hizo tareas de inteligencia para la banda de Yabrán, entrando a su domicilio en Madariaga. Todos los homicidas de Cabezas hoy están en libertad, incluso Luna, que se supone que debería tener un régimen de 72 horas preso por semana pero que no lo cumple. El intendente de Madariaga, Marcos Jovanovic, también toma el micrófono. “Si bien hay una división de poderes, el Estado es uno solo. En este caso, tan emblemático, la Justicia actuó de una manera que dejó a todos libres. Hay que pedirle perdón a la familia desde el Estado. Perdón”, dice Jovanovic, mirando a los parientes de Cabezas.
También habla su viuda. “Lo mataron de una forma tremenda, cruelmente. Era una persona cualquiera. ¿Para qué?”, se pregunta Cristina ante el enviado de este medio. Nadie tiene una respuesta.
Galería de imágenes
Comentarios