Su nombre es sinónimo de sofisticación, y, por supuesto, de la camisa blanca. Carolina Herrera catapultó esta prenda, la convirtió en su sello y en el de su imperio en el mundo de la moda. A sus 77 años, cuenta con más de 50 boutiques, 280 distribuidores y está presente en más de 104 países. Un éxito, que según ella, se debe a la perseverancia y a un 80% de suerte.
Ismael Cala: ¿Qué es la moda para una diseñadora de alta costura?
Carolina Herrera: Curiosamente, no tengo respuesta para esa pregunta. Es un misterio porque nadie sabe qué es. Es simplemente divertida y necesaria.
Cala: Y, como sucede en la aclamada película "El diablo se viste de Prada", ¿tiene que ser frívola?
Herrera: En parte, sí. A pesar de que no todo el mundo acepte que le gusta la moda, todos participamos en ella. Cada uno de nosotros, cuando nos vestimos, elegimos un color u otro, llevar corbata o no, tacones o bailarinas. Ahí es cuando cada uno participa en este mundo de la moda, sin que tenga que ver con una pasarela o un hilo y aguja. Todas las mujeres nos enfocamos en estar más bonitas, elegantes y femeninas. ¿Por qué la moda no va a querer que seamos más elegantes?
Cala: ¿La elegancia está directamente relacionada con la belleza?
Herrera: No es la belleza que se tiene o el dinero que gastamos. Es un nivel diferente. ¡Cuánta gente con dinero no tiene nada de elegancia!
Cala: ¿Se le acaba la inspiración en algún momento?
Herrera: Tienes que ser capaz de combinar realidad y fantasía. Es complicado diseñar para una modelo divina y que la persona que lo vea piense que quiere comprárselo para verse como ella. No puedes confundir a la gente, tienes que hacer algo que se pueda usar.
Cala: Tiene sobre sus hombros una marca multimillonaria. ¿Sufre demasiada presión?
Herrera: Gracias a Dios, tengo gente a mi lado fantástica, muy capacitada, porque yo no podría llevar, por ejemplo, las cuentas de la empresa. A mí me gusta la parte creativa. Mi pasión es la moda y, gracias a ello, soy una persona muy curiosa. Miro constantemente a mi lado lo que está pasando. Mi gran inspiración es mi memoria y mis ojos. Hago lo que me gusta.
Cala: ¿Cuál es la clave del éxito de Carolina Herrera?
Herrera: Sencillo: la perseverancia. Y, en el caso de las mujeres, no olvidarnos de seguir siendo femeninas en nuestro puesto de fortaleza. ¿Por qué una mujer con poder debe vestir como un hombre? Creo que las mujeres hoy en día tenemos una posición increíble en el mundo. Hay quienes han hecho cosas inimaginables en otro siglo. Este es nuestro momento.
Cala: ¿Suerte o talento?
Herrera: En el éxito tienes que contar con un alto porcentaje de suerte. Muchísima gente hace lo mismo que yo, pero no surgen. Además de la base de talento, la suerte y la perseverancia es fundamental. Diría yo que hasta un 80% es suerte.
Cala: Tiene tiendas por todo el mundo, también en Venezuela. Sin embargo, presenta su colección en Nueva York. ¿Por qué?
Herrera: Es donde empecé. Además, considero que Nueva York es una capital de moda, como es Milán, Londres y París. Y entonces escogí Nueva York. Pero tengo tiendas en Caracas y estoy orgullosísima de ser venezolana.
Cala: Estando en el siglo de las redes sociales, ¿no le atrae unirse a ellas?
Herrera: ¡Qué horror! En eso, no estoy nada en la moda, continúo en el siglo XVIII. Sí para mi compañía, pero no de modo personal. En mi opinión, son una falta de privacidad demasiado grande. Lo máximo que tengo es una aplicación de mensajes para comunicarme con mis hijas y mis nietos.
Cala: Entonces, no debemos esperar próximamente ninguna cuenta de Carolina Herrera…
Herrera: Para la empresa, sí. Definitivamente. Pero personal, no.
Cala: Dentro del mundo de la moda, ¿qué se considera un "vestido de alta costura"?
Herrera: Se trata de los que están hechos con tus medidas. Por ejemplo, el caso de la actriz Tina Fey para los Oscar. Ella me encanta, es una mujer real. Como decíamos, las que son muy flacas y etéreas, son sólo para los show o las pasarelas. Después, cada una tiene su vida normal, y son divinas. Al final, la mayoría de las mujeres son rellenas, femeninas.
Cala: Precisamente, ha vestido a celebridades, a muchas actrices. ¿Quién la interpretaría en la película de su vida?
Herrera: Realmente, no me veo en esa circunstancia. ¿Por qué sería necesario? Yo me muestro a través de mi trabajo. ¿Una película de mi vida? No lo veo.
Cala: Para conocerla más, ¿qué es lo que menos le gusta del ser humano?
Herrera: La mentira. Es algo que no soporto. Sólo acepto una pequeña mentira por educación.
Cala: ¿Confiesa decirlas alguna vez? Por ejemplo, a su esposo, con el que lleva más de 40 años casada…
Herrera: Nunca. No creo que haya necesidad de mentir. ¿Para qué? Es absurdo, siempre acaba saliendo la mentira. Como nos sucedía de niños, porque mentimos fatal. La gente que miente debe tener una memoria fantástica para no olvidar toda la mentira.
Cala: ¿Usted la tiene?
Herrera: Fotográfica, pero ¡no la uso para mentir!
Cala: ¿Carolina Herrera es una mujer con carácter?
Herrera: No soy una directora que me dedique a gritar y a demostrar poder. Así no se consigue nada. Sólo se hace dirigiendo bien. Mi compañía es como mi familia, y así los trato. No creo que exista realmente alguien como plasma la famosa película “El diablo se viste de Prada”.
Cala: Pero en el mundo de la moda hay que pisar fuerte para sobrevivir…
Herrera: Lo más complicado de tratar son los egos de la gente. Aunque, por supuesto, es posible ser amiga de otros diseñadores. Los egos rodean a todo lo relacionado con la moda, incluidos los críticos o los medios.
Cala: Sin embargo, tendrá algún enemigo…
Herrera: Imagino. ¡Tú también los tendrás! Sabes que la gente que tiene un poquito de éxito así, o un poquito así, crea enemigos.
Cala: ¿Se viste solo con sus diseños?
Herrera: Uso muchos de otros. Por ejemplo, para invierno, me encanta un abrigo de Giambattista Valli.
Cala: Lleva muchos años en el mundo de la moda, ¿es de las mujeres que mienten sobre su edad?
Herrera: No, nunca. Curiosamente, siempre me he puesto edad. Cuando era pequeña me veía demasiado niña. Ahora yo me veo divinamente bien.
Por Ismael Cala
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