Cada año, los estudios cinematográficos gastan millones de dólares haciendo campaña para llegar a los cerca de 6.000 votantes de los premios Oscar, con la esperanza de ganar su reconocimiento. La inversión del lobby hollywoodense en publicidad oscila entre los US$100 millones y US$500 millones según la temporada y competencia.
Una campaña exitosa para lograr el premio a Mejor Película arranca en los US$10 millones. El gasto se reparte entre publicidad y relaciones públicas. La publicidad incluye avisos en las revistas que suelen influir en los votantes de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, como Hollywood Reporter y Variety.
Una página de publicidad en HR durante la temporada de los Oscar puede costar hasta US$72.000. Y la portada unos 500mil (sí, las tapas de la revistas del rubro se suman a las campañas, según un informe del bloguero cinéfilo Stephen Follows). En Variety, en temporada de premios (de noviembre a fines de febrero), la página cuesta US$85.000.
Los consultores del “lado oscuro”, encargados de meter las películas en las mentes de los miembros de la academia, cobran aranceles que rondan los US$20.000 mensuales por campañas de seis meses, y tienen bonos que duplican o triplican esa tarifa si la película es nominada o gana.
Lana Land
Según las reglas oficiales de la Academia, revisadas en 2011, todo intento directo de influenciar los votos vía correo electrónico o teléfono está prohibido.
El cambio se produjo porque en 2010 Nicolas Chartier, uno de los productores de la película “The Hurt Locker” ("Vivir al límite" en Argentina), había enviado un correo electrónico pidiéndoles a los votantes que apoyaran su película por sobre "un film de US$500 millones", una referencia clara a "Avatar", también nominada a mejor película ese año.
"The Hurt Locker” terminó ganando como mejor película pero a Chartier se le prohibió la entrada a la ceremonia de los Oscar y recibió la estatuilla por correo, un mes después de la ceremonia.
Retorno
Un estudio publicado en 2015 asegura que ganar un Oscar aumenta el cachet de un actor en US$3.9 millones, pero apenas en US$500.000 en el caso de las actrices (todo un dato para el reclamo de las mujeres en la pelea por igualdad de salarios).
Cálculos realizados por el analista de datos de Facebook Edmund Helmer sugieren que ganar el Oscar a Mejor Película no es tan incidente en la taquilla como una victoria en los Globos de Oro. “Las películas de los Oscar ya se exhibieron en Estados Unidos al momento de la premiación", afirma.
"El Globo de Oro llega cuando los filmes están en sus primeras semanas en cartel y los mantiene vivos por varios meses, y hasta posibilita alguna reposición”, explica Helmer. El Oscar apenas suma US$3 millones a la taquilla, mientras que el Globo de Oro aporta en promedio US$14,2 millones. Claro que estas son cifras del mercado estadounidense.
El Oscar a la Mejor Película puede duplicar la rentabilidad mundial de un film, como ocurrió el año pasado, y garantizarle nuevos mercados a la Mejor Película Extranjera, como ocurrió con la argentina “El secreto de sus ojos” que tuvo en 2016 una versión en Hollywood.
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