"Cambiemos” es el lema con el que Mauricio Macri llegó a la Presidencia de la Nación. Bajo esa misma consigna, el ingeniero apoyó públicamente a Marcelo Tinelli, en abril del 2015, y prometió un cambio rotundo en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). “Basta de mafia, basta de afano, basta de truchadas en el fútbol”, aseguró entonces el actual Presidente, marcando lo que parecía el fin de la era Julio Grondona. Pero a sus palabras se las llevó el viento, porque terminó apoyando a quien el 29 de marzo se convertirá en el máximo dirigente de la institución, el grondonista e histórico armador político del fallecido “Don Julio”, Claudio “Chiqui” Tapia.
“El Gobierno intentó corrernos, pero entendió que eso era imposible y que el ascenso es imprescindible para manejar el fútbol”, aseguró a NOTICIAS uno de los hombres de mayor confianza de Tapia y agregó que fue el alfil del macrismo, el presidente de Boca, Daniel Angelici, quien se acercó a ellos para negociar.
Al Gobierno, aliarse con el grondonismo, le sirvió para terminar con el Fútbol Para Todos, hacer que los clubes acepten el ingreso de Fox y Turner en el negocio de las transmisiones de los partidos y hacer a un lado al gran perdedor en esta pelea: Tinelli, un futuro contrincante político al que empezaron a temerle en el 2005, cuando Macri lo mandó a medir como jefe de Gobierno porteño y 7 de cada 10 consultados lo votaban. En otras palabras, ganó el Gobierno, perdió el conductor y el fútbol seguirá en manos de los mismos personajes que los últimos 38 años llevaron a los clubes a la ruina. Total, como decía Grondona, “todo pasa”.
Alianza endeble
“Al fútbol lo voy a manejar yo. La lista la encabeza ‘Chiqui’ Tapia y el resto son todos hombres míos”. Contundente, Angelici le dejó en claro a un hombre cercano a Tinelli que su intento de competir por la presidencia de la AFA era inútil. El conductor había anunciado que junto al presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, presentaría una lista alternativa al grondonismo si modificaban la fecha de la elección. Ninguna de las dos cosas sucedió y el heredero de Grondona se enfila a ser el nuevo presidente de la institución.
La noticia la festejaron casi todos los que apoyan al Gobierno, menos Elisa Carrió. “¿Esta mafia es la renovación de AFA? Peor que Grondona ¿cómo pasan un tribunal de ética?”, tuiteó la diputada de Cambiemos, disparando toda su artillería contra el tridente formado por Tapia, Moyano y su eterno rival, Angelici. Ella confiaba en que la dupla que podía cambiar años de mafia en el fútbol eran Tinelli y D’Onofrio, dos jugadores importantes que fueron usados varias veces desde la escandalosa elección de diciembre del 2015 en la que el conductor y Luis Segura empataron 38 a 38, sobre 75 votos.
Las palabras de Angelici tampoco le cayeron bien a Tapia. “El poder en la AFA lo tiene el presidente, el resto acompaña”, advirtió a NOTICIAS uno de los armadores del único candidato. También explicó la estrategia que usaron: “Mientras discutían representatividad en el ejecutivo del nuevo estatuto, nosotros hacíamos una movida de ajedrez. Perdimos por 1 en representatividad (el nuevo estatuto dispone 21 del ascenso y 22 de primera), pero ganamos lugares en el ejecutivo. Antes teníamos solo el 10% de los cargos en la AFA y ahora es 50 y 50. Para ser general tenés que tener soldados y Tinelli no tiene soldados”, remató.
Paso a paso
Luego de que se supiera que Tinelli y D’Onofrio no iban a presentar una lista para enfrentar a “Chiqui” Tapia, la noticia fue que ambas partes habían sellado un acuerdo. Pero la realidad es muy distinta de la que se intentó instalar.
Tinelli jugó su última carta y el martes 7 aseguró: “Vamos a presentar una lista sólo si cambian la fecha de las elecciones”. Él sabía que la única manera de tener una esperanza de competir con chance era con el apoyo de los clubes. Eso lo vería cuando confirmaran su pedido. “No hay apuro, van a cambiar la fecha. Tenemos tiempo”, le habría asegurado al presidente de River el día anterior a que se cerrara la presentación de las listas. “Tenías razón, no cambiaron nada”, reconoció el vicepresidente de San Lorenzo a D’Onofrio al día siguiente.
El Gobierno, una vez más, usó al conductor. Lo hicieron para conseguir la aprobación de la Superliga y la privatización del fútbol. Gracias a las negociaciones de Tinelli, desde agosto, Turner y Fox serán las encargadas de comercializar el fútbol, por el que habrá que pagar 300 pesos extra por mes. Según pudo saber NOTICIAS, para la elección de la oferta ganadora habría sido clave que ambas empresas ofrecieran ponerle un freno al juicio que le habían iniciado a la AFA, en época del grondonismo, por una deuda que la institución tenía con ellos.
El conductor también convenció a los dirigentes de aceptar los 350 millones de pesos que el Estado pagó para terminar con el contrato que tenían con la AFA hasta el 2019 por el Fútbol Para Todos, menos de un tercio de lo que los clubes pedían.
Mientras Tinelli negociaba estas medidas favorables para Macri, el Grupo Clarín se hacía de la producción de parte del fútbol, con TyC Sport, y de la distribución por medio de su empresa de televisión por cable, Cablevisión.
Hoy Tinelli está más enfrentado que nunca con Macri y a un paso de quedar fuera de la AFA. Quizá esto lo lleve a pensar seriamente en un futuro político. Del otro lado, el Gobierno se quedó con el manejo del fútbol, a costa de hacer a un lado la tan prometida renovación del fútbol. Total, todo pasa.
Comentarios