El miércoles 19, Marcelo Tinelli tuvo un día muy diferente de los que está acostumbrado. Pasó toda la mañana haciéndose análisis en el sanatorio La Trinidad de Palermo. Fue la tercera vez en menos de diez días que pisó ese centro de salud. Había asistido a ese lugar para hacerse un chequeo de rutina, porque se sentía desganado y había estado a punto de desmayarse. Pero tuvo que volver: el resultado de los análisis que le hicieron fue peor de lo que imaginaba.
“Estás con un pico de estrés”, le habían dicho los médicos tras ese primer resultado, según le comentó el conductor a sus allegados. Por eso, regresó por chequeos más profundos. Pero, ¿un pico de estrés es capaz de alejar al conductor de lo que hasta hace horas era su mayor sueño, presidir el fútbol? En realidad, la alerta en su salud es resultado de un cúmulo de derrotas y traiciones que viene sufriendo desde aquel bochornoso empate por la presidencia de la AFA en 38 a 38 del 2015 (donde votaban 75 asambleístas). Finalmente ahora el conductor decidió hacerle caso a su familia y resignó aquel sueño.
Hoy, la cabeza de Tinelli está enfocada en tener un año relajado y en recuperarse. Y si bien nunca descartó la posibilidad de incursionar en política (ya que le llueven ofertas principalmente del peronismo no kirchnerista), piensa en encarar un 2017 apolítico, con un “ShowMatch” que, por el momento, no contará con el tan temido por los políticos “Gran cuñado”. A pesar de todo, el conductor no descarta la posibilidad de dar el salto a la política antes del 2019.
ShowMatch zen. “El pico de estrés lo golpeó duro. Marcelo quiere tener un año tranquilo. Empezó a meterse más en la producción del programa, algo que había descuidado por el fútbol. Y pidió quitarle cualquier carga política que pueda malinterpretarse”, aseguró a NOTICIAS una de las personas de confianza del conductor.
Desde antes de sufrir esta crisis, en la rutina del “ShowMatch” 2017 no estaba incluido el “Gran cuñado”. Él había tomado esa decisión porque no quería que lo acusaran de estar jugando políticamente de cara a un año electoral. Pero teniendo en cuenta que Tinelli se siente traicionado por todos, principalmente por el Presidente Mauricio Macri, nadie se atreve a descartar que él decida cambiar a mitad de camino. “Con Marcelo nunca se sabe. Quedó muy caliente por cómo lo usaron. En una de esas, su salud mejora rápido y un día se levanta combativo y revive las imitaciones políticas. Si eso pasa, que se agarren porque tiene para darles a todos”, advirtió a NOTICIAS la misma fuente.
Su problema de salud no sólo desembocó en la renuncia a los cargos de vicepresidente de Selecciones de la AFA y de Coordinador de Estatutos y Convenio de Colaboración con esa institución en nombre de la Superliga. También impulsó su pedido de la licencia de 18 meses en San Lorenzo, dónde es vicepresidente reelecto.
Se especuló con la posibilidad de que el arranque de “ShowMatch” se retrasara. Según pudo saber NOTICIAS, la fecha original del lanzamiento no se movió y el 15 de mayo arrancaría el show que se destacará por contar con la participación de personas desconocidas, seleccionadas a través de videos que fueron mandándole a la producción.
El programa tendrá cuatro salidas semanales: lunes, martes, jueves y viernes. Y se sostendrá, en un principio, en el concurso de baile. Aunque desde la producción insisten en que la idea es sumar “momentos especiales” en los que está trabajando el conductor con Pablo “Chato” Prada y Federico Hoppe. “No tenemos definidos concretamente cómo serán los especiales ni parte de la artística, estamos viendo eso”, aseguró uno de los productores.
De carne y hueso. Cuando Tinelli decidió meterse en el mundo del fútbol, lo primero que hizo fue consultar a su familia y allegados. La única respuesta que recibió de manera unánime fue un rotundo: “No”. Pero él insistió y siguió adelante. Fue justamente en la AFA donde comenzó un derrotero de disgustos que terminaron afectando su salud (ver recuadro).
Tinelli creía que podía con todo y que era capaz de luchar contra todos lo que se impusieran en su camino. Llegó a ese punto gracias a la influencia que supo generar en su público durante más de dos décadas al frente de éxitos televisivos. Con su famoso “Gran cuñado de políticos”, el conductor de “ShowMatch” impulsó a candidatos que ganaron elecciones, como sucedió en el 2009 con el recordado “alika, alicate” de Francisco De Narváez, y golpeó duro a otros, como al propio Presidente, cuando este le bajó el pulgar en la AFA.
Incluso, Macri comenzó a temerle cuando en el 2005 lo mandó a medir como posible candidato a jefe de Gobierno porteño y vio que el resultado de la encuesta era abrumador: siete de cada diez consultados afirmaban que, sin dudarlo, votarían al conductor de “ShowMatch”. Un porcentaje de aceptación que ningún político es capaz de recaudar. Eso a Tinelli lo agrandó mucho más. Creía que podía sacarse a cualquiera del camino.
Fuerte, imbatible y avasallante, buscó sumar poder con el fútbol para (al igual que Macri hizo en Boca Juniors) convertirlo en el trampolín hacia la política. Pero no tuvo en cuenta que en el fútbol, la opinión pública no cuenta y falló.
Tinelli sabe que podría usar su programa para pasarles facturas a quienes cree que lo usaron durante los últimos dos años, incluyendo a Macri. Con astucia, esa es un arma que podría servirle al conductor para encarar un 2018 más metido en política. Quizá aceptando alguna de las tantas ofertas que le vienen haciendo desde fines del 2016.
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