Saturday 23 de November, 2024

POLíTICA | 16-05-2017 00:00

Miedo a Tinelli: por qué el Gobierno apoyó a Tapia en la AFA

El PRO temía agrandar la figura del conductor. La historia del "Chiqui": el día que le pidió permiso a Moyano para entrar al fútbol.

Un grupo de vecinos se reúne en el club de sus amores. Es el año 2001, el país se va a pique y con él, el equipo Barracas Central. La urgencia invita a acciones desesperadas: un grupo de la Comisión Directiva propone ir a buscar a un ex jugador, un nueve de área con algunos partidos en el club pero que no tuvo mucho vuelo dentro del fútbol. Pero la noticia de que se casó con Paola, una de las hijas de Moyano, y que había ido escalando posiciones dentro del gremio de Camioneros -actividad por la cual había dejado el fútbol-, entusiasmó a más de uno. Aunque originalmente la respuesta del “Chiqui” fue no, luego de que lo invitaron a ver un partido -cuentan sus amigos- “le vinieron lindos recuerdos a la cabeza”. Sin embargo, como cada acción que se toma dentro del clan, primero había que consultar con el patriarca. “Si vos lo querés en serio, yo te apoyo”, le contestó Hugo a Claudio Tapia, cuando el último le fue a pedir la bendición. Tapia funcionó de maravillas en Barracas. “Desde que llegó, y con el apoyo de Hugo, conseguimos sponsors, hicimos una platea, les empezamos a pagar a los jugadores, aumentamos la cantidad de socios, y ascendimos a la B Metropolitana”, cuenta alguien que lo acompaña desde que llegó al club. El amor por Tapia en el equipo del sur no es sólo palabras: en el 2012 los socios votaron cambiarle el nombre del estadio por del actual presidente de la AFA.

La llegada de Tapia al poder cambió el escenario para todos: él cumplió su gran sueño, Marcelo Tinelli se vio forzado a una retirada estratégica, Daniel Angelici y Macri volvieron a respirar después de meses, y Moyano consiguió la espalda suficiente como para delegar asuntos en su yerno y volver a meterse en el mundo sindical. “Él es presidente de la AFA porque quiso y porque logró unir al ascenso. Moyano, que a Claudio lo quiere como a un hijo, sólo lo ayudó”, relativizan en su entorno. Desde la vereda de enfrente lo ponen en duda: “Es claro que Tapia tiene peso propio, pero si no fuera por la figura de Moyano no llegaba ni a la esquina”.

Cada uno tiene su versión sobre el acuerdo entre Moyano-Tapia y Macri-Angelici. Cerca del sindicalista inflan el pecho y aseguran que sin ellos y su capacidad de gestión el oficialismo hubiera quedado contra las cuerdas: “Angelici y Macri quedaron en una situación jodida: había que normalizar la AFA antes de que se les fuera de las manos”. Desde el Gobierno aceptan esta versión (“nos unió el espanto”, asegura un hombre clave del PRO dentro del fútbol), aunque admiten que había algo mucho más apremiante y a lo que incluso el propio camionero le temía: la presencia de Tinelli. “Más allá de los roces que tuvo con el Presidente, lo más importante era el miedo a que se hiciera con más poder un tipo que ya lo tiene. Si llegaba a la AFA hubiera sido un peligro”, se sinceran desde el oficialismo. Desde la vereda del conductor todavía mastican bronca. “Es claro que hubo un acuerdo entre Moyano y Macri, aunque entre Angelici y Tapia se miren con desconfianza. Marcelo se vio forzado a irse porque sintió que estaba en una situación donde no pinchaba ni cortaba. Además lo del pico de estrés es cierto”, cuenta un aliado histórico del vicepresidente de San Lorenzo que aclara que hoy perdieron toda representatividad en la AFA y que duda de la posibilidad de que el proyecto de la Superliga llegue a buen puerto.

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