Un hombre elegante se debe ver como si hubiera comprado su ropa con inteligencia, como si se la hubiera puesto con cuidado y después, como si lo hubiera olvidado por completo”, sentenció Sir Hardy Amies, reconocido diseñador inglés que supo vestir a la reina Isabel II, cabeza de la emblemática Savile Road, meca de la sastrería sajona.
Nada más cierto. La elegancia en la moda debe sentirse como una naturaleza incorporada. Sin estridencias y lejos de la frivolidad, el varón argentino parece saber bien lo que quiere de la ropa, quizás con más certeza que las mujeres. No por nada, nuestros varones obtuvieron el segundo puesto, apenas por detrás de los italianos, en una reciente encuesta mundial sobre coquetería masculina.
La elegancia de los argentinos es histórica, y puede ser rescatada de décadas pasadas cuando el “dandy” era una figura habitual. Aún hoy, a pesar de los vaivenes de la economía, los hombres siguen manteniendo un sentido de la estética desarrollado. “Slim fit”, colores y cortes distintos de los tradicionales, se insertan y componen su guardarropa sin perder ese costado clásico que busca básicos atemporales. ¿Cuáles son las claves para lograr un look único y no fallar en el intento?
De traje somos
“Es falso que al hombre argentino no le interesa la moda. Le encanta, pero es práctico. Va cambiando. Necesita y le van gustando otras cosas. Para tener ganas de comprarse un saco tiene que tener algo que el anterior no tenía. Quizás la textura, la intencionalidad de la moldería, o un simple botón, pero tiene que ser distinto”, asegura Lucila Sperber (43), brand manager de Rochas París para la Argentina, encargada de traducir y “bajar a tierra” los lineamientos de la emblemática casa francesa y marca de culto fundada por Marcel Rochas en 1925. Luego de diez años de manejar la comunicación del estilo “cool french” que impuso Béatrice Ferrant, la directora creativa de la colección masculina de Rochas; Sperber avala el interés del hombre argentino por estar a la moda.
“Derribemos mitos: no son las mujeres las que los visten. El hombre va solo. Son fieles a determinados locales, asesorados por sus vendedores de confianza”, asegura la experta.
Noticias: El ambo parece inmodificable a lo largo del tiempo. ¿Qué exigencia tiene el hombre argentino cuando compra un traje?
Lucila Sperber: El traje o el ambo es algo muy incorporado en nuestra cultura. Los adolescentes creen que tener un traje es muy canchero, muy “metro (sexual)”. Hoy el hombre es más cuidadoso con su propia imagen y la moldería del ambo tiende a acompañar esa tendencia. Lo particular del argentino es que se inclina a ceñirse un poco más. Es impensado que se compre un traje que tenga la solapa ancha o el saco muy largo porque lo que busca es estilizar y no verse como un bloque. Pero cuidado con el abuso del “apretado”. Jamás confundir un buen calce de pantalón con una calza. Se debe tener un punto de relajación para la caída del pantalón. Para eso la tendencia mundial es usar telas con elastano. Una fibra que ya estaba incluida en las camisas y jeans y ahora se incorpora en la sastrería.
Noticias: ¿Cuál es la tendencia en camisas?
Sperber: Obviamente. La camisa celeste en todas sus tonalidades es vedette. Para usar con jeans, para el ambo o el smoking. En Rochas tenemos tres molderías, desde la regular o suelta, a la fit con elastano que es la más ceñida al cuerpo. También hay algunas que varían en el largo porque están pensadas para usar afuera, en especial las de verano que se llevan con bermudas.
Noticias: ¿Qué pasa con los colores?
Sperber: A pesar de que los azules, grises y negros se repiten, el color se incorpora en el vestuario a través de complementos y accesorios para volverse más atrevido y cosmopolita. La idea es que el color se incorpore en los detalles como un vivo o un doble cuello, o en la camisería o el saco sport específico para cada temporada.
Noticias: La tendencia de no llevar corbata con el traje que se vio en los outfits de varios funcionarios o del Presidente, ¿marca el fin de su uso? ¿Y el moño?
Sperber: Las corbatas se siguen usando porque dan seguridad. Nunca se van a dejar porque son algo que te “termina” el look y a la vez te diferencia. Uno no se pone un ambo verde pero sí una corbata verde. El moño, en cambio, queda reservado para la noche. El que está más en boga es el “off-white” (equivale a un color blanco, casi crema). Va con smoking negro y la camisa puede ser al tono, celeste o negra.
Noticias: Por la noche la mujer se ve más arreglada que el hombre, que todavía no parece encontrar un look adecuado.
Sperber: El hombre europeo tiene más kilómetros sobre la alfombra roja que el argentino, que se resiste a creer que es la sobriedad lo que lo va a hacer resaltar. Piensan que si se ponen algo distinto o si dan la nota están geniales y no es así. Para la noche de gala o formal, al smoking no hay con qué darle. Le podes cambiar el corbatín o poner un moño.
Es el “little black dress” masculino. El hombre que tiene una vida social activa debe tener uno negro, o azul negro, o los dos. Jamás va con zapatillas.
Noticias: Las zapatillas, ¿cuándo y con qué se llevan?
Sperber: El hombre se pone nervioso cuando tiene que calzarse. Quiere demostrar que es canchero y entonces inventa y ¡mete la pata! A la noche se usa el zapato clásico de buena horma, puede ser de alto brillo o texturado, pero no más que eso. Nada raro y sin punta ¡por favor! Con un ambo sí podes llevar zapatillas, para relajarlo. Pero cuando no hay que estar muy formal. La zapatilla para el weekend no tiene edad y para diario hasta los sesenta se puede.
Noticias: ¿Hay novedades en abrigos?
Sperber: El sobretodo siete octavos ya se volvió un clásico, pero esta temporada es –como todo– más ceñido, porque está pensado para usarlo directamente con suéter y camisa, no sobre el saco. Además siguen la campera inflada con mangas o el chaleco y el pilotín que es un abrigo que les gusta mucho a los argentinos. La otra tendencia es la “bomber” de cuero (campera con elástico en la cintura) que hasta un hombre canchero de 60 como Nicolás Repetto pueden llevar con una camisa blanca sin problemas
Noticias: Los accesorios, ¿cuáles se llevan y cuáles no?
Sperber: Los sombreros no van. Solo el panamá para el verano. Algo de gemelos y nada de porta corbata. El “poché” (el pañuelito de la solapa) es algo que piden muchos. Hay un target que siente que su equipo lo necesita. No debe estar combinado necesariamente con la corbata. Pero la vedette de este invierno son las medias. Lo novedoso es que se tienen que ver. El pantalón sigue siendo al tobillo y ahora la media se ve, aun con el jean.
Noticias: Se viene el “cuello de tortuga” (polera), ¿los hombres qué opinan?
Sperber: Es moda. De hecho nosotros lo mostramos con un smoking en nuestra campaña.
Noticias: Ustedes tienen muchos clientes famosos, ¿cómo trabajan con ellos?
Sperber: En el caso de las personas que están expuestas a la televisión, como Marcelo Tinelli, Guido Kaczkca, Nacho Viale o Franco Massini, se trabaja con sus estilistas y después se ajusta sobre el cuerpo. Para los empresarios o políticos la marca tiene una atención personalizada. Ese es el caso con un cliente muy especial: Mauricio Macri. El Presidente es una persona muy austera, sobria, que quiere dar una imagen formal, pero no demasiado rígida (por eso a veces no usa corbata), que no le dedica demasiado tiempo, ni quiere llamar la atención con su ropa. Es Juliana, que entiende mucho de moda, quien se encarga de elegir. Él sólo baja línea sobre la comodidad y la utilidad de lo que se pone. Le gustan las telas nobles. Le hicimos ambos negros y azules de lana fría, camisas en tonos claros y también el frac que usó para la gala en Holanda. Entiende muy bien lo que se lleva.
por Gabriela Picasso
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