Friday 22 de November, 2024

POLíTICA | 14-09-2017 16:09

Caso Maldonado: así se burlan de Bullrich en el Gobierno

La feroz interna entre la ministra de Seguridad y sus colegas. Escenas explícitas de risas a sus espaldas. ¿Peligra su puesto?

Patricia Bullrich hace equilibrio en su puesto, mientras gran parte del gabinete apuesta a que será la próxima eliminada de la Casa Rosada.

La relación de la ministra no es muy buena con ninguno de sus pares, ni con sus subordinados. Eugenio Burzaco, el secretario de Seguridad, es uno de sus principales apuntados: “Le corta los víveres y lo mantiene al margen”, explican en el ministerio. Lo siente como su reemplazante natural, en caso de que Macri le pida la renuncia. Y eso a la ministra la asusta. Además, Bullrich confía en su equipo de siempre: su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, es un histórico a su lado (ya ejercía ese rol cuando ella era diputada). De hecho, fue Noceti -y no Burzaco- quien estuvo en el sur el 1, el día en el que habría desaparecido Maldonado.

La relación de la ministra con Cristian Ritondo, su par en la provincia de Buenos Aires, tampoco goza de buena salud. Suelen tener tironeos por los anuncios a la prensa. “A Patricia le gusta estar en el centro de la escena”, dice una fuente que observó muchas de esas discusiones. Como el día en que la Policía Bonaerense detuvo al prófugo K Claudio “el Mono” Minnicelli. El Ministerio de Seguridad provincial tenía todo listo para hacer el anuncio, pero Bullrich se le anticipó: “Atrapamos al 'Mono'. Estoy para salir”, le dijo a un periodista. La bomba explotó y en el rincón de Ritondo no pudieron menos que sentirse estafados.

Tan comunes como secretas son las charlas a espaldas de Bullrich entre Ritondo, Burzaco, su subsecretario Darío Orochieta y Martín Ocampo (secretario de Seguridad de la Ciudad), en las que se burlan hasta las carcajadas del histrionismo y las “ganas de salir en los medios” de Patricia. Su singular manera de dirigir su ministerio la lleva, por ejemplo, a vestirse con pantalones camuflados para recorrer la triple frontera. A sus subordinados les causa gracia el “estilo Berni” de Bullrich.

“Es ingobernable”, explica una fuente de la Provincia. Su buena relación con muchos periodistas hace que la mujer hable directamente con ellos, sin pasar por sus prensas y menos aún por el verticalismo que propone Peña desde la Jefatura de Gabinete. Bullrich gestiona su ministerio con autonomía y sólo le responde a Macri.

Por eso se ganó más detractores que adeptos dentro de la Casa Rosada. Entre sus pocos apoyos tiene uno de peso: Elisa Carrió, la mujer con la que conformó la Coalición Cívica años atrás. “Lilita la banca porque considera que Patricia es una mina que lucha contra la corrupción y nunca transaría con el narcotráfico”, explica un amigo íntimo de Carrió.

Su estirpe patricia no se condice con su lenguaje muchas veces soez. Cuando en enero se filtró el audio de la llamada telefónica en la que Cristina Kirchner le decía “pelotudo” al ex jefe de la AFI, Oscar Parrilli, que generó desagrado por la forma en que la ex presidenta se dirigía a sus subordinados, un asesor de Bullrich bromeó con NOTICIAS: “Ojalá nunca le pinchen el teléfono a la ministra, porque ahí sí van a saber lo que es una puteada”.

por Carlos Claá, Juan Luis González

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