Desde muy temprano en la jornada de elecciones, Oscar Parrilli (el secretario de la ex presidenta y candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner) fue el encargado de llamar a cada uno de los intendentes bonaerenses K con un objetivo doble: por un lado, invitarlos a esperar todos juntos el resultado de los comicios en el Instituto Patria y por otro, controlar posibles traiciones.
El temor a que algunos mandatarios locales hayan jugado para otro candidato, más la información de ciertos distritos donde se “invitó” a cortar boletas, hicieron que desde el kirchnerismo tomaran esta medida y pusieran a uno de los hombres de mayor confianza de Cristina a controlar.
“Si alguien jugó mal, se lo va a interpelar cara a cara”, dijo a NOTICIAS el vocero de uno de los candidatos de Unidad Ciudadana.
Con la excusa de saber si habían tenido problemas en la apertura de los comicios con faltantes de boletas, Parrilli testeó a los intendentes. En las PASO, Nicolás Rodríguez Saa (primo de Adolfo y Alberto) había denunciado que las boletas de Cristina no habían llegado, o tardaban en hacerlo, a algunas escuelas del Conurbano. Eso le abrió la puerta al secretario de Cristina para hacer un llamado tempranero. En el Patria sabrán si cada uno de los mandatarios locales dejó lo mejor de sí en esta elección.
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