Hace algunos meses todos hablaban del boom de las series españolas. “La Casa de Papel” era trending topic y Pedro Alonso (Berlín) y Úrsula Corberó (Tokio, la novia del Chino Darín), sufrían el asedio de los paparazzi y fans por las calles porteñas. Algunos productores locales enojados por una nueva invasión de latas importadas aseguraban que se trataba solo de una moda, y lo cierto es que su cénit pasó (bastó la serie de Luismi para el zapping cerebral). Pero tras el verano boreal, una nueva camada de productos con acento castizo asoman en el horizonte -entre nuevas temporadas y sonados debuts-, y prometen renovar el romance latino con las series ibéricas.
Promesas. El fenómenos de “La casa de papel” (2017) de Álex Pina, excedió a Latinoamérica y hasta le rindió a Netflix en el mundo anglo. Y atrás se anotaron en el pelotón un puñado de títulos hispanos que se salían del molde de la clásica telenovela: “Merlí”; el thriller carcelario “Vis a vis”; la multipremiada “El ministerio del tiempo” y “El barco” (en su mayoría producidas por la pujante Antena 3). Claro que Netflix tampoco le rehuía al formato de culebrón, comprando para su catálogo latinoamericano la longeva “Amar en tiempos revueltos”, “Gran Hotel” (que tendrá remake hollywoodense con Eva Longoria), “El tiempo entre costuras”, “Velvet” y las más recientes “Las chicas del cable” y “Tiempos de guerra”.
Y la tendencia potenció en España no sólo la producción de Antena 3, pero también a su competidor RTVE, que tuvo productos exitosos como la serie “Seis hermanas”, “La señora” y “Habitaciones cerradas” (ambas con Adriana Ugarte, la de “El tiempo en costuras”).
Una maquinaria que puesta a andar, ahora genera -sólo el septiembre- el estreno de media docena de títulos interesantes entre los que se anotan la tercera temporada de “Las chicas del cable” (el 7 de septiembre en Netflix); la segunda temporada de “Velvet Colección” (el 13 de septiembre en Movistar+), que se puede seguir en la web; las históricas “El continental” (RTVE) y “La catedral del mar” (Netflix); y los policiales “Vivir sin permiso” (Telecinco) y “Presunto culpable” (Antena 3).
Calidad. Las que renuevan llegan con aires de serie yanqui. Es el caso de la feminista “Las chicas del cable”, que apuesta a la boda del personaje de la sexy Blanca Suárez (“El Bar”) como plato fuerte (no deja de ser una telenovela cool). Y también de “Velvet Colección”, que con la incorporación de Andrés Velencoso (coprotagonista junto a Juana Viale de “Edha”) logra un upgrade en esta nueva entrega, marcada por la vuelta de Mateo (Javier Rey) y la trama de corrupción que salpica a Sergio (Fernando Guallar).
Entre los estrenos policiales promete el “Presunto culpable”, con Miguel Ángel Muñoz (“What About Love”, junto a Sharon Stone y Andy Garcia). El thriller ambientado en Euskadi, en el País Vasco, recurre a la premisa de “investigador que vuelve a su pueblo natal para resolver un crimen”, en la línea de la británica “The Fall” y la islandesa “Trapped”.
Y también se suma la recién estrenada en Netflix "Fariña" (basada en los libros periodísticos de Nacho Carretero y producida por Antena 3), y “Vivir sin permiso”, que tiene un tándem principesco con la dupla de José Coronado (ganador del Goya por “No habrá paz para los malvados” en 2011) y Álex González (estrella justamente de “El Príncipe”), en el relato sobre un empresario gallego con raíces en el narcotráfico, que afronta la herencia del negocio mafioso a su hijo.
Sin embargo, el plato fuerte de la temporada son las series históricas, con la arriesgada “El continental” a la cabeza: Álex García recupera la esencia de "Tierra de Lobos" en este estilizado western que gira entorno a un club clandestino.
Finalmente, “La catedral del mar” (estrena el 1 de septiembre en Netflix), es una fiel adaptación del bestseller homónimo de Ildefonso Falcones. Serie de única temporada y 8 capítulos, ambientada durante el siglo XIV en Barcelona: un siervo determinado a alcanzar la libertad, escapa a la persecución de la Sagrada Inquisición y sus patrones.
Netflix. Para Javier Olivares, guionista de “El Ministerio del Tiempo”, fue Netflix quien potenció los contenidos españoles: “Las dos primeras temporadas de 'El Ministerio del Tiempo' antes se podían ver por la web de TVE. Pero con la entrada de Netflix se logró un reconocimiento muy grande fuera de en España, al igual que Merlí".
Las dos primeras temporadas de “El Ministerio del Tiempo” costaron de 568 mil euros. La última superó los 700 mil gracias al aporte del gigante del ondemand. "Antes de que existiera Netflix hacías una serie y salvo que tuvieras un éxito, todo quedaba en casa. Ahora en Argentina, en Brasil se están viendo las nuevas temporadas", se entusiasma Olivares con Teleshow.
Para el productor argentino Quique Estevanez (ideólogo de varias tiras románticas con la palabra “amor” en el título como la futura “Morir de amor” para Telefe), el presupuesto es un diferencial: “Cada capítulo de La Casa de Papel cuesta por lo menos 300 mil dólares", explica.
“Hay mucho cambio en la tele de hoy. Los formatos cambiaron. La industria cambió. Hoy no se hacen más novelas de 200 capítulos. Hoy se hacen novelas de 60 capítulos. Y el ondemand le cambió la cabeza a todo el mundo”, sigue Estevanez.
Así entraron las tira españolas, supliendo la necesidad del mercado latino de contenidos en nuestro idioma. Aunque algunos están convencidos que es apenas una moda, como Pablo Culell, director de Underground: "Primero fueron las novelas mexicanas, luego las brasileñas, después las turcas y ahora llegó el turno de las españolas", resume.
Usina. Para Netflix, las series españolas son más que una tendencia. El catálogo de títulos de este origen se expande cada vez más dentro de la plataforma, apalancado por el hub de producción que montaron hace dos años en las afueras de Madrid. A 20 minutos de la capital española, la usina de contenidos se encuentra dentro de un predio de 237.000 metros cuadrados llamado Ciudad de la Tele. De ese espacio, 13.000 metros son exclusivos de Netflix, en un sector que contiene tres estudios de grabación, donde producen desde setiembre pasado algunos de sus títulos exclusivos, como la tercera temporada de “Las chicas del cable” y el drama juvenil “Elite”.
Netflix aprovecha su base europea en España para diversificar también su catálogo de series documentales, y desarrollar otros proyectos junto a Álex Pina, el creador de “La casa de papel”, que ahora trabaja casi en exclusiva para la plataforma.
El futuro en ese sentido son las series cortas para celulares: los smartphones priman cada vez más como pantalla, y el mercado español tiene muchísima competencia en el segmento. Además de Netflix, HBO desembarcó hace más de un años junto a Vodafone TV, está el servicio de Movistar y las ondemand locales Yomvi y Wuakitv.
Y la diversificación y renovación en la televisión española viene además empujada por la fragmentación de la audiencia: hay productos para casi todo el espectro, desde la ciencia ficción a las históricas, los culebrones y el policial negro. Todos cada vez con mejores presupuestos de realización gracias a la globalización del contenido: las más ambiciosas rondan los 600.000 dólares en promedio por capítulo según The New York Times.
Era dorada. Es España no hay debates, y aseguran que la industria de las series vive su era dorada. El desembarco de Netflix y HBO potenció el proceso que habían iniciado productos arriesgados como “El Ministerio del Tiempo”. Así, la ficción en la televisión española aumenta los presupuestos y ficha a directores de cine premiados: los ganadores del Goya, Daniel Sánchez Arévalo (“Azuloscurocasinegro”) y Alberto Rodríguez (“La isla mínima”) trabajan en proyectos para Atresmedia y Movistar+.
Y la pata televisiva de la compañía telefónica prepara otros grandes proyectos goyescos con David Trueba, Cesc Gay y Enrique Urbizu. Y a la cola se anota el retorno a España del catalán Juan Antonio Bayona, que dirigió este año el tanque hollywoodense “Jurassic World: El reino caído”.l
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