El rumor de una inminente llegada de Luis Miguel a la Argentina había puesto a todo un país en vilo. Ante un supuesto operativo secreto y un excéntrico contrato de confidencialidad que incluía que la gente no lo mirara a los ojos, las fans del cantante ya se habían inquietado y habían empezado a mover sus contactos para ir a buscarlo. Pero lejos de encontrarse con el autor de “La chica del bikini azul”, en Ezeiza, el que finalmente llegó el domingo 7 a Buenos Aires, fue Diego Boneta, el actor que encarna al cantante en la exitosa biopic de “Netflix”.
El joven de 27 años viajó para grabar una publicidad de agua mineral. Se decía que ese comercial lo iba a filmar el propio Luis Miguel. “Alrededor de esta publicidad no hay nada con Luis Miguel. Si el cantante viene porque va a anunciar sus shows, es otra cosa”, explican cerca de Boneta. Sin embargo, la llegada del actor también tuvo la intención de despegarlo de la serie de Netflix en la Argentina, donde a diferencia de Latinoamérica no era tan conocido. “Viene de filmar 'Terminator 6' y acaba de cerrar contrato para rodar con Milla Jovovich para 'Monster Hunter'. No vive de la sombra de Luis Miguel”, aclaran. Así, el actor sensación comienza a despegarse del rol que lo volvió un fenómeno en este 2018 para encarar nuevos desafíos para su carrera.
Despegue. Tal como pudo reconstruir NOTICIAS a través de quienes lo rodean en el país, Boneta se hospedó en el hotel “Four Seasons”, el mismo donde se alojaba Luis Miguel. Las jornadas de grabación abarcaron los cinco días de la semana y duraron 12 horas: comenzaban a las 7 de la mañana y concluían a las 19. Lo que no impidió que el joven disfrutara de la pileta y el bar del hotel, pasara por “Banchero” y pidiera una fugazzeta rellena, y se juntara a cenar con el actor César Bordón, que interpretó al mánager Hugo López en la biopic. En algunas pausas entre toma y toma, Boneta saludó a los fans que se juntaban fuera del motorhome. “Está muy feliz de haber venido y del recibimiento en la Argentina porque es muy famoso en otros países, pero acá no tanto”, explican.
Por otra parte, existía la posibilidad de que hiciera una presencia en el “Bailando por un sueño”, algo que, tal como cuentan a este medio, nunca tuvo un pedido formal. “Hubo un solo llamado, pero como empieza a grabar temprano, no daba por un tema de horarios. Hubo un tanteo, pero nada más”, indican allegados al actor. En esta decisión también habría pesado el deseo de despegarse de la figura del cantante para brillar por sí mismo.
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Sin querer seguir alimentando la relación con Luismi, Boneta hizo su trabajo y dio “la media vuelta”.
por Marcos Teijeiro y Daniela Bianco
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