Entre todas las imágenes de la barbarie que se vivió el sábado 24 durante la fallida final entre River y Boca, la más elocuente fue la de una madre encintándole bengalas a su hijo para entrarlas al Estadio Monumental.
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Adriana Bellavigna, titular de la Fiscalía Contravencional Nº6 del fuero porteño y encargada de la investigación de lo ocurrido en las afueras del estadio, acordó con la defensa de la mujer un juicio abreviado en el que se resolvió condenarla a 2 años y 8 meses de prisión en suspenso y 48 horas de trabajo comunitario. Además, tendrá que someterse a tratamiento psicológico y no podrá concurrir con el menor a eventos deportivos masivos.
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Pero tan llamativo como las imágenes de la madre poniendo en riesgo a su hijo, fue el abogado defensor que la mujer presentó a la Justicia: Carlos Broitman. El letrado es famoso por clientes como Ibar Pérez Corradi, el empresario condenado por narcotráfico y lavado de dinero y vinculado al triple crimen de General Rodríguez y también el narco Henry de Jesús López Londoño, alias "Mi Sangre".
Broitman aseguró que sus honorarios no los pagó el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, y que accedió a la defensa de la mujer ya que conocía a su ex marido.
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En sus alegatos, el abogado expuso que su defendida le encintó en la panza a su hijo "cascos de bengalas, no bengalas" por lo que "no era pirotecnia activa". Además, aseguró que todo era una maniobra por la cual la mujer mostraría a su hijo en el entretiempo con un cartel para demostrar que si no había seguridad en River mucho menos lo habría en el G20.
por Marcos Teijeiro y Giselle Leclercq
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