El jueves 9 de mayo, día en que se presentará en la Feria del Libro “Sinceramente”, el libro de Cristina Fernández de Kirchner; marcará el retorno de la ex Presidenta al gran escenario de la cultura nacional. Todos se preguntan, por estas horas, cómo se orquestará la seguridad de la senadora que estará a cargo de la editorial que publicó su libro (ya agotado en su primera edición), Penguin Random House y no de la institución que dirige y organiza la Feria, la Fundación El Libro.
Las historia de los Kirchner con la Feria es larga y accidentada. Después del retorno de la democracia, todos los presidentes constitucionales estuvieron presentes en la apertura del evento, hasta 2001. En ese año, el comité organizador decidió que el evento fuera inaugurado por un escritor. Esto planteaba algunas cuestiones de protocolo. Y los presidentes desaparecieron. Especialmente Néstor, que nunca la inauguró. Esa ausencia le valió una polémica con Tomás Eloy Martínez, que en 2006, cuando le tocó presidir la ceremonia dijo: “La presencia del Jefe de Estado en un acto como éste es insustituible”. En 2004 la recorrió, recién repuesto de un trastorno estomacal. El tumulto fue de tal magnitud, que al intentar visitar el stand del Estado de Israel, sus custodios tuvieron que sostener las paredes para que no se le cayeran encima y abrazarlo para que los empujones no empeoraran su estado de salud.
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Un año después, se hizo presente en el lanzamiento de la antología “Palabra viva”, con trabajos de escritores desaparecidos. En esa ocasión leyó el poema “Quisiera que me recuerden” de Joaquín Enrique Areta y anunció: “No quiero que cuando llegue el Bicentenario, la Justicia no se haya expedido sobre las leyes de Obediencia Debida y Punto Final".
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Cristina, a diferencia del ex presidente, nunca la visitó desde que era senadora. Este retorno, como escritora, será un suceso que seguramente desbordará todas las normas de control previstas.
Los organizadores del evento hoy rezan para que todo suceda en paz y sin desbordes.
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por Adriana Lorusso
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