Luego de mucho insistir, Alejandra Macri consiguió que su madre le cuente la historia de su padre. Y tras un largo tiempo de reflexionar sobre el tema en terapia, asume que tiene que enfrentar su historia personal y decide llamar a Franco.
Corría el año 1999 y Argentina recién salía del menemismo, que había tenido a Macri padre como uno de los símbolos de esa etapa del país. El empresario representaba, en el imaginario popular, a “la patria contratista” -a pesar de que la obra pública no había sido su mayor negocio, sino la venta de autos con Fiat-Sevel-, los veranos de la familia Macri en Punta de Este ocupaban portadas de revistas y horas de televisión.
(Te puede interesar: Los encuentros judiciales entre Franco Macri y su hija desconocida)
En esos años era un veterano playboy que estaba de novio con una joven Flavia Palmiero de solo 32 años. Alejandra tenía 35. Hablaron por teléfono durante unos diez minutos. La charla fue amena y ella le planteó que necesitaba tener la certeza de si era su padre o no. Macri dijo que entendía la situación, pero luego de cortar el teléfono no volvió a tomar contacto. Alejandra siguió llamando, pero su secretaria funcionaba como un muro. Incluso llegó a llamar su madre, pero tampoco tuvo suerte.
Un día, la secretaria de Franco le devolvió el llamado a Alejandra para hacerle llegar un mensaje. “El señor Macri no ha olvidado la charla que tuvieron y me comunicó que la llamará cuando esté desocupado”, le dijo. Nunca llamó.
(Te puede interesar: Cómo fue la historia de amor entre Franco Macri y la madre de su hija desconocida)
por Rodis Recalt
Comentarios