A menos de un mes de las PASO, la grieta no perdona. Se supone que las primarias solo funcionan como una costosa y precisa encuesta nacional, ya que ningún partido la quiere usar para dirimir su fórmula presidencial. Pero ni siquiera servirá para eso, creen en los bunkers de campaña.
La polarización se está comiendo, mucho antes de lo previsto, aquella “ancha avenida del medio” que preocupaba tanto a kirchneristas como a macristas.
Aunque todavía hay una considerable franja media indecisa y desencantada con las principales dos ofertas electorales del año, el espacio que encabezan Lavagna y Urtubey parece no poder capitalizar ese presunto “tercer tercio” del electorado que estaba disponible hasta hace muy poco.
(Te puede interesar: En plena campaña, Urtubey le puso un poncho a Lavagna)
En Consenso Federal se nota el desánimo y el desconcierto. Por lo bajo, lamentan que Lavagna no aparece lo suficiente en el mapa nacional. Y que en Provincia, donde se está jugando casi todo, el candidato a gobernador, “Bali” Bucca, no da abasto, tratando de llamar la atención de los medios encandilados por la grieta. Para colmo, Graciela Camaño y su esposo Luis Barrionuevo, que estuvieron muy activos negociando el cierre de listas, hoy descansan lejos del territorio de batalla, ausentes sin aviso.
En todo caso, parece que los votantes dispuestos a castigar a Macri y a Cristina, están optando por propuestas más extremas, a izquierda y derecha de la polarización, estirando más la grieta y rompiendo así esa zona intermedia y moderada donde militaban Massa y Pichetto, antes de pegar el gran salto.
(Te puede interesar: La extraña alianza entre Cristina y Vidal)
La “ancha avenida del medio” se está convirtiendo rápidamente en una “ancha avenida del Miedo”, donde no circula el optimismo. Solo la resignación.
*Editor ejecutivo de NOTICIAS.
por Silvio Santamarina*
Comentarios