(TRES ESTRELLAS Y 1/2)
Seamos sinceros: hace falta entretenimiento. Siempre, no vamos aquí a llorar por la realidad que nos rodea hoy (horrible en casi todo sentido). Así que si una película argentina decide ser una fantasía amable y rápida, no podemos menos que agradecerlo.
El duelo cuenta cómo un tipo deprimido contrata sicarios para que lo maten. Y después, una chica despampanante aparece. Y después ya no se quiere morir. Y después, esa chica es una súper espía, o una súper asesina, y hay que correr.
Es cierto que no es el punto de partida más original del mundo, pero pedir “originalidad” cuando todas las historias ya se contaron es un poco snob. Especialmente cuando, por una hora y media, estos personajes nos hacen creer que realmente existen, y aunque quizás no todo es preciso ni carece de baches, nos divertimos (que es dejarnos llevar por otros caminos a otros mundos).
Tanto Furriel como Suárez comprenden de qué se trata todo esto y, por eso, podemos dejarnos llevar, agradecidos, por la aventura.
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