★★★1/2 Imaginemos la reunión de guión: “Ché, ¿y si hacemos Duro de Matar pero esta vez el rol de Bruce Willis es realmente Papá Noel?” “¡Claro! Porque Duro de Matar es una película de Navidad, pero así debería ser más divertido”. “Dale, hagámosla”. El realizador Tommy Wirkola ya había mostrado esta capacidad para la acción desaforada, sangrienta y satírica con Hansel y Gretel-Cazadores de Brujas, y vuelve aquí con... bueno, Papá Noel es John Mc
Claine. ¿Funciona? En parte sí porque se ríe de sí misma y estamos jugando ese juego desde que pagamos la entrada. Seguro que en esa reunión además dijeron “igual démosle a Papá Noel algo de la personalidad de Deadpool”. Todos contentos: risas, sátira, guiños, sangre, peleas a lo bestia, y final navideño. La pregunta es si esto no será más cinismo que cine. En todo caso, deberíamos preguntarnos por qué cada vez creemos menos. En las películas y en Papá Noel, claro.
Comentarios