Primero: va a estar poco en cartel y se verá más tarde en TV, pero conviene verla en cine. Segundo: el mundo de Steven Universe, una creación de la genial dibujante Rebecca Sugar, une la ciencia ficción, la comedia, el color y el viaje por las emociones íntimas de un chico que encuentra en un mundo fantástico de geniales extraterrestres el refugio ante las tristezas y las inseguridades. Tercero, es una hermosa fábula en dibujo animado tradicional, que tiene su costadito didáctico pero que, a pesar de ello (la “cosa ecológica”, digamos), tiene como primer norte centrarse en sus criaturas.
Steven es un personaje encantador, tanto como las Gemas, sus amigas y aliadas. Los dibujos y la propia trama tienen un dejo del diseño pop y psicodélico de fines de los sesenta y principios de los setenta (se nota en Sugar la influencia del cómic underground de esos años), y al mismo tiempo del diseño del cuento infantil. La combinación es irresistible y deja al espectador feliz e hipnotizado. Puede ver episodios de la serie sobre la que se basa en Netflix, si quiere, para entrar en clima, pero no es necesario: pocas veces es tan acertado calificar una película como “poética”.
De paso: entre los directores está ese gigantesco artesano que es Joe Johnston (“Jumanji”, “Cielo de octubre”, “Capitán América-El primer vengador”) y se nota por el pulso narrativo.
Calificación: ****1/2
(EE.UU., 2019, 82') Aventuras. Dirección: Rebecca Sugar, Joe Johnston, Kat Morris. Animación en castellano. ATP.
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