Pablo Ramírez sabe contar como ningún otro una historia con su ropa. Casi inaugurando esta edición del BAFWeek, la de la primavera y el verano, mostró una nueva faceta de su obra, por primera vez, más popular.
El denim de Ramírez tiene ecos del mameluco obrero, la moda peronista y la simpleza austera de los que no pueden derrochar.
En esas "citas" del pasado, Ramírez siempre llega al corazón, cientos de sentidos cruzan sus telas y se afirma y confirma (una vez más) como el gran artista de la moda local. O un gran artista, simplemente.
Según rumores, tal vez puedan comprarse sus fabulosos jeans en un shopping.
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por Adriana Lorusso
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