A los 70 años, murió hoy en España el escritor chileno Luis Sepúlveda. Hacía 48 días que estaba internado en Oviedo, Asturias, enfermo de coronavirus, tras regresar del festival literario Correntes d'Escritas, celebrado en Portugal.
Hacía alrededor de un mes que no se tenían noticias de su estado, después de saberse, a principios de marzo, que su situación era muy delicada.
Exiliado en Chile durante la dictadura de Pinochet, en los '70, escribió gran parte de su obra en Europa. Cuentos, novelas, guiones y crónicas entre las cuales se destacan “El viejo que leía novelas de amor”. Desde 1997 vivía en la ciudad de Gijón, en Asturias.
La editorial Tusquets, en la que publicaba sus libros, publicó hoy esta breve reseña de su obra:
“Luis Sepúlveda recorrió desde muy joven casi todos los territorios posibles de la geografía y las utopías, y de esa vida inquieta supo dar cuenta, como dotadísimo narrador de historias, en apasionantes relatos y novelas. En 1993 Tusquets Editores empezó la publicación de su obra con su aclamada novela 'Un viejo que leía novelas de amor', traducida a numerosos idiomas, con ventas millonarias y llevada al cine con guion del propio Sepúlveda, dirección de Rolf de Heer y con Richard Dreyfuss como protagonista.
”Le siguieron 'Mundo del fin del mundo', una obra entre la investigación y la denuncia; 'Nombre de torero', su particular novela negra; 'Patagonia Express', un hermoso libro de viajes; los volúmenes de relatos: 'Desencuentros', 'Diario de un killer sentimental', seguido de 'Yacaré' y 'La lámpara de Aladino'.
Su novela más reciente es “El fin de la historia”.
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