La Compañía Artística Clásica del Sur celebra su décimo aniversario con una nueva puesta en escena de Nabucco, la obra estrenada el 9 de marzo de 1842 en la Scala de Milán que consagró a Giuseppe Verdi y que se convirtió en símbolo de la lucha por la libertad y la identidad, con el coro Va, pensiero considerado como uno de los coros más populares y conmovedores del género.
Agobiado por la trágica muerte de su esposa y sus dos hijos y atribulado por el rotundo fracaso de su segunda ópera, "Un giorno di regno", el compositor italiano recibió de mala gana de manos del empresario Bartolomeo Merelli el libreto que Temistocle Solera había escrito basado en el texto de Anicete Bourgeois y Francis Cornue que con el Antiguo Testamento como fuente fundamental hacía foco en la historia de la conquista de Israel por Nabucodonosor y su tiranía feroz.
Cuenta el propio Verdi que con el manuscrito enrollado caminó hasta su casa, entró y lo arrojó sobre la mesa, “casi con rabia”. “Al caer, se abrió solo y, sin saber cómo, mi mirada cayó sobre la página abierta y leí lo siguiente: ‘Va pensiero, sull’ali dorate’ (‘Vuela, pensamiento’ con las alas doradas’)”. Verdades más, verdades menos, así fue su encuentro con el texto que varios días más tarde llevó consigo a un nuevo encuentro con Merelli, con la intención explícita de devolvérselo.
Sin embargo, el empresario tomó el libreto y lo puso en el bolsillo del abrigo de Verdi, a quién sacó de su oficina de un empujón antes de cerrarle la puerta en sus narices. “Volví a casa con Nabucco en el bolsillo. Un día, un verso; al día siguiente otro verso; en otro momento, una frase, y poco a poco compuse la ópera”, dicen que dijo. El tiempo le daría la razón a Merelli, y la ópera daría inicio a una etapa de creatividad frugal del compositor, durante la cual compuso 17 óperas en apenas 12 años.
‘Nabucco’ es, en definitiva, una tragedia lírica que a lo largo de sus cuatro partes nutridas de melodías, armonías y ritmos que contrastan la simpleza de su escritura con su innegable fuerza dramática, cuenta la historia del pueblo de Israel y el destierro del pueblo hebreo a manos del Rey Nabucodonosor en el año 587 A.C. En ella se aprecia la opresión y persecución de los babilonios contra un pueblo unido que clama la libertad y defiende su identidad frente al pueblo extranjero.
Paradójicamente o no, al mismo tiempo que Verdi compuso la música para esta historia, invadida por el Imperio austríaco Italia padecía los mismos dolores que el pueblo judío. De ese modo, el relato del padecimiento que el pueblo de Israel vivió sometido al yugo de Babilonia reflejaba al mismo tiempo el sufrimiento del pueblo italiano silenciado por los austriacos.
Así, de manera casi inconsciente, el hombre nacido el 10 de octubre de 1813 en La Roncole había dado forma a su primera “ópera patriótica”, cuyo mensaje revolucionario fue lentamente impregnando el sentimiento de un pueblo que transformó la obra en una herramienta de acción política en una suerte de usina moral que alimentaría de manera decisiva su ambición por la libertad.
Con dirección musical de César Tello, dirección escénica de Gabriel Villalba y un elenco estelar encabezado por Leonardo López Linares, María Castillo de Lima, Guadalupe Barrientos, Bruno Sciaini, Marcelo Reynes, Mariana Carnovali y Nicolás Sánchez, se estrenara “Nabucco” de Giuseppe Verdi el 1 y 3 de agosto a las 20:30, en el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222, CABA) con entradas en venta a través de Ticketek y en la boletería del teatro.
Creada en 2014, la compañía artística Clásica del Sur se enfoca en la realización de actividades culturales y sociales que desarrollen, promuevan, incentiven, refuercen y difundan la actividad lírica y las artes en la Argentina, América y el mundo, fomentando la inserción de jóvenes estudiantes a la actividad profesional de la música y dando la posibilidad a nuevas promesas del género.
La compañía está integrada por un elenco estable de cantantes de ópera profesionales y de especialistas en producción escénica que impulsan proyectos de calidad, al mismo tiempo que hacen eje en la transmisión de valores, ideas, informaciones y un mensaje, y en el estímulo de las facultades intelectuales, estéticas y emocionales de los individuos, que representan un elemento central a los fines de un desarrollo integral del ser.
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