Tuesday 27 de August, 2024

CULTURA | 11-07-2024 21:27

Arte: ¿Cómo mirar un desnudo?

La historiadora Mary Beard conduce una serie sobre los cuerpos en el arte en Film&Arts. Deseo, religión y cancelaciones. Otros documentales sobre artistas.

Cualquier recorrido por Europa, con sus visitas obligadas a iglesias y museos, nos puede afirmar en una evidencia: el desnudo, en todas sus formas y variantes, es una obsesión de la cultura occidental. Las artes visuales se han dedicado, desde la antigua Grecia hasta la actualidad, a llevar los cuerpos al centro de sus obras para depositar, en su contundencia, toda suerte de mensajes. ¿Qué representa la desnudez para la mirada humana? ¿Cuánto de deseo sexual hay en esta repetición constante del mismo motivo y cuánto de símbolo? ¿Cómo evolucionaron los desnudos a través de la historia?

Estas y muchas otras preguntas similares se plantea una serie excepcional, realizada por la BBC, que Film&Arts estrena esta semana en Latinoamérica (en Europa se vió hace un par de años) y que tiene como estrella principal a la historiadora Mary Beard. El título es “Mary Beard: Historia del desnudo” y se trata de un documental de dos capítulos, que revisa el canon clásico para retratar los cuerpos en el arte y el nuevo paradigma que se está gestando hoy hacia el futuro.

Mary Beard

¿Quién es Mary Beard? Muchos en la Argentina la conocen porque sus libros circulan entre nosotros desde hace algunos años. “Emperador de Roma”, “La civilización en la mirada” y “Mujeres y poder” se pueden conseguir hoy en las librerías locales, en lujosas ediciones del sello Crítica. El último, por ejemplo, del año 2017, fue uno de los primeros textos en alertar sobre el blanco preferido que representaban las mujeres, y en especial, las mujeres de los medios, para trolls, machistas y militantes de ultra derecha, en las redes sociales. Porque Mary Beard, además de catedrática en Cambridge, académica y experta en el mundo antiguo, es una asidua colabora de la BBC, donde su serie sobre Pompeya fue un éxito. Además colabora en medios como The Times Literary Suplement y The Guardian. Es decir, es uno de los raros casos en los que una intelectual de verdad es también una celebrity.

En “Historia del desnudo”, la intención no es solo hacer un inventario de las mejores piezas de la historia del arte que reproducen cuerpos humanos, sino también preguntarse acerca de la necesidad de los artistas de traer esta temática al centro de la escena. En esto radica la diferencia de la producción que creó Beard con otros documentales históricos. La especialista no se presenta como una fuente inapelable de saber, sino más bien, cuestiona la mirada de siglos sobre la desnudez y el papel que el género y la norma han tenido en esa mirada universal. “Historia del desnudo” es uno de esos raros casos en que la televisión produce una obra de reflexión, más que una lección escolar puramente divulgativa.

La serie puede verse en On Demand de Flow o los domingos 15 y 21 de julio, a las 19, en Film&Arts.

Afrodita de Cnido

Algunos hitos del arte

 

Es curioso que la historia de los desnudos en Occidente tenga una fecha exacta de inicio: 360 a.C, año en el que el escultor Praxíteles habría concluido la llamada “Afrodita de Cnido”, primera escultura de gran tamaño que representaba a la diosa sin ropa. Tal como observa Beard, la figura lleva una túnica en la mano, como si estuviera a punto de vestirse, recién salida del mar. Este objeto desvía levemente la contemplación del cuerpo y da una justificación a la falta de ropa. Un subterfugio que va a ser una constante en los próximos siglos, con el objeto de enmascarar un hecho evidente: la producción y recepción de un desnudo convoca un deseo sexual que no debería prevalecer en el plano del arte.

Recién con la llamada Venus de Urbino de Tiziano, en el siglo XVI, el cuerpo se exhibe de frente, casi con ánimo seductor. En este sentido, la mirada masculina será fundamental en el modo canónico de representar los cuerpos en Occidente.

Venus de Urbino

Pero también la anatomía de los varones puebla la antigüedad. Cuenta Beard, que en Grecia, la belleza física del varón era considerada reflejo de las virtudes del alma y sus artistas legaron ese pensamiento a los creadores posteriores. Así, los museos europeos hoy están poblados de figuras ideales, incluso de inmenso tamaño, como el famoso “David” de Miguel Ángel.

El cuerpo de Cristo también ocupa un gran espacio en el arte de Occidente. La diferencia con la tradición clásica del desnudo, es que ese cuerpo está sometido a la tortura y el sufrimiento. Jesús en la cruz se aparta del deseo y concentra las miradas en las heridas que aparecen sobre su piel. Sobre esa tensión dolorosa se construye el sentimiento religioso del cristianismo.

Cristo

 

Los efectos del desnudo

 

A medida que nos acercamos a la modernidad, muchas obras llevan la marca del deseo al límite de la pornografía y así, entran con conflicto con las reglas morales de su tiempo.

Diosas demasiado jóvenes, niños sin ropa, masturbación o genitales en primer plano causaron escándalo o provocaron la cancelación de algunas obras, aún años después de realizadas. Beard cita el caso de Eric Gill, autor de la escultura emplazada en el frente del edificio de la BBC, escultor denunciado por pedofilia por sus hijas, cuyo trabajo es objeto de cuestionamientos en la actualidad.

Las desviaciones respecto de la estética clásica son el tema del segundo capítulo de “Historia del desnudo”, que se pregunta cómo la vejez o la discapacidad se instalan en la escena tradicional del desnudo artístico.

Y Beard va aún más allá, al imaginar cómo modificará la historia del arte la inclusión de cuerpos fluidos, no marcados binariamente, hoy tematizados como centro de tantas obras.

Ante los cuadros del artista vienés Egon Schiele, que se autorretrató tantas veces en imágenes oscuras e inquietantes, la historiadora expresa el interrogante más importante de serie: ¿Es el desnudo una forma de respuesta a la pregunta esencial de la humanidad: quiénes somos en verdad cuando nos despojamos de todo?

 

Otros documentales de arte

Las películas o series sobre el arte y los artistas no abundan en la televisión o el streaming. Sin embargo, una búsqueda cuidadosa permite rescatar algunas piezas interesantes. Frida Kahlo, la mexicana cuya vida tanto interés despierta, tiene su propia serie documental en Star+. Se llama “Convertirse en Frida Kahlo” y tiene 3 episodios.

Banksy

 

“DocoBanksy”, en Prime Video, se dedica a investigar el efecto que uno de los creadores más movilizantes del mundo ha tenido sobre la escena del arte actual. En Netflix, producida por Ryan Murphy, “Los diarios de Andy Warhol” despliega en seis episodios las memorias del artista más autoreferencial del mundo.Una joya casi desconocida es “Struggle. La vida y el arte perdido de Szukalski”, producido por Leo Di Caprio, que rescata la obra de un artista polaco casi desconocido, que tuvo que huir a Estados Unidos después de la invasión nazi a su país. “Made you look”, también en Netflix, relata la trama de una de las mayores falsificaciones del mundo del arte, sucedida en 2011.

 

 

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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