Friday 5 de December, 2025

DEPORTES | Hoy 16:08

El ex DT de Barracas Central dijo que ganaba gracias a los "consejos" del "Chiqui" Tapia

Rodolfo de Paoli contó que las intervenciones del presidente de la AFA favorecían a su equipo. Las sospechas de arreglos.

En el ciclo "F90" por ESPN, Diego Latorre entrevistó a Rodolfo De Paoli, ex entrenador de Barracas Central. En la charla, el ex director técnico del conjunto porteño de zona sur admitió al aire que cuando su equipo ganaba era gracias a Claudio “Chiqui” Tapia. “Ya lo asumí cuando llegué, si no gano no pasa nada y si gano, ganó el presidente de la AFA. Eso ya lo tenía claro”, afirmó el DT. 

En el reportaje, De Paoli sostuvo cómo el actual titular de la AFA opinaba de la estrategia de juego del equipo baraqueño. “Chiqui al oído, a veces me carga 'defendeme diez metros más atrás', y yo lo chicaneo y le digo 'mira que Scaloni te sacó campeón del mundo 10 metros más adelante'”, aseguró el entrenador de manera anecdótica.

Los cuestionamientos contra Barracas Central y contra Claudio Tapia como figura clave en la dirigencia del fútbol argentino se han multiplicado en las últimas semanas. Los focos de la crítica giran sobre supuestas ventajas arbitrales repetidas, conflictos de intereses y el uso de su influencia institucional para beneficiar al club.

Un reciente informe oficial elaborado por SADRA, el sindicato que nuclea a los árbitros, denunció “irregularidades” y “manipulación de resultados” en favor de Barracas. En ese sentido, las estadísticas que acompañan el análisis indican que, desde 2017 —cuando Tapia asumió la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino—, el club habría recibido un 8,59% más de fallos arbitrales favorables y 28,1% menos de sanciones en contra, lo que, según los autores, implicaría una ventaja de entre 9 y 18 puntos por torneo.

Chiqui Tapia

El historial reciente de partidos aporta combustible a esas acusaciones. Por ejemplo, en un encuentro entre Barracas Central y Newell's Old Boys se reclamaron penales y decisiones no sancionadas a los rivales, lo que generó fuertes cuestionamientos sobre la imparcialidad del arbitraje. En otro caso, un partido ante Estudiantes de La Plata terminó en empate, pero la disputa se centró en una jugada donde Estudiantes reclamó una falta previa a un gol del rival, que fue ignorada por el árbitro y el VAR. Los ánimos en las tribunas se encendieron, con cánticos insultantes hacia Tapia.

Ante las críticas, Tapia respondió públicamente que “no siempre la culpa es del árbitro”, y sostuvo que no toda victoria de Barracas se explica por errores arbitrales, afirmando que “los partidos los ganan o los pierden los jugadores”. Agregó además que los fallos favorables hacia su club —y otros— podrían obedecer a “una sugestión” histórica, similar a la que, según él, existía en la época de su predecesor, Julio Grondona. 

Chiqui Tapia

Más allá del arbitraje, también se ha cuestionado la magnitud de la transformación del club: la reciente reinauguración del estadio de Barracas, que lleva el nombre de Tapia, duplicó su capacidad (de 6.000 a 12.000 localidades) y modernizó las instalaciones, un salto histórico para una institución de su tamaño. Algunos críticos señalan que ese avance estructural, sumado a los supuestos beneficios deportivos, refuerzan la idea de un “trato privilegiado” sostenido en el tiempo.

En ese contexto, voces institucionales y políticas como la del ministro Federico Sturzenegger advierten sobre la necesidad de revisar el sistema de designaciones y mejorar la transparencia. Si bien la gestión institucional de Barracas ha prosperado en lo deportivo y en cuanto a infraestructura, persiste la sospecha de que ese éxito no se limita a méritos internos, sino que estaría favorecido por un entramado de poder dirigencial.

 

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Gustavo Winkler

Gustavo Winkler

Periodista

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