★★★★★ Sí, muchos países. Orson, desterrado de Hollywood, que lo despreció siempre, tomó trabajos espantosos para financiar este filme rodado durante años en cuatro países. El resultado es magia pura: nuestro amigo supo siempre que Shakespeare quería divertir a su audiencia y que, además, era un genio de las palabras. Capta perfectamente que el núcleo de la obra es Yago (McLiammóir es un genio total, quizás el mejor Yago que dio el cine) y que es, también, una gran historia sobre el poder y su uso o abuso. Orson, como el Moro, está brillante y, como director, sabe utilizar luces y sombras para “coser” los pedazos de película que le robó al tiempo y al espacio durante demasiado tiempo para que todo sea coherente, cohesivo y apasionante desde el principio. Sí, dice el monólogo de “mañana, y mañana, y mañana” y sabe cómo se hace. Uno de los mejores Shakespeare de la pantalla por su admirador número uno, el que entendió todo.
(EE.UU., Italia, Marruecos, Francia, 1952) Drama. Dirección: Orson Welles. Con Orson Welles.
Qubit.TV.
por Leonardo D’Espósito
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