**** Otra película maltratada. Pero vean la secuencia inicial, donde Indy se salva de una explosión nuclear metido en una heladera, lo que combina perfecto el “estado de bienestar” superficial de la Era Eisenhower y la paranoia anticomunista en una pura secuencia de aventuras bastante cómica. O la persecución, cerca del final, en una selva cubierta de hormigas asesinas. O el desenlace extraterrestre, o el personaje de Ray Winstone, de ambiguas lealtades y sólida moral. O, genial, la villana caricaturesca, jugada con un placer tremendo, por Cate Blanchett (monumento ya a quien nos regala a Galadriel, al ama de casa liberada de Vida Bandida, a la heroína trágica de “Blue Jasmine” o a esta malvada rusa experta en artes marciales). Placer puro y amor por el cine.
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