****1/2 La historia es la de un periodista que cree que alguien llegó a la cumbre del Everest antes de lo que dicen los récords oficiales. La investigación lleva a un nuevo asalto a la montaña, y la película se basa en una historieta japonesa muy buena.
Pero lo extraordinario de este filme francés consiste en que el dibujo animado, incluso en el estilo realista que adopta (y que sigue al manga), permite transmitir de un modo inmersivo y completo toda la experiencia de los protagonistas.
Hay un uso de los fondos y una sutil intervención de lo digital que nos “mete” en esa aventura absolutamente peligrosa y obsesiva que consiste en subir a una montaña casi inaccesible.
Es, también, una historia sobre vocaciones y, lateralmente, sobre el periodismo. Impacta y está casi escondida en la grilla de la plataforma.
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