★★★★★ O b r a maestra total y primer gran “thriller erótico” si quieren, De Palma pone aquí elementos de Psicosis, de Vértigo, de Ventana indiscreta pero no para copiar u homenajear a Hitchcock, sino para decirle a los espectadores que aquellos filmes de suspenso que tenían una esperanza ya son imposibles: el romance se termina en un diagnóstico de ETS, el asesinato ocurre porque sí, el psicoanálisis no funciona y los testigos son dudosos. Pero igual, algo -¿el amor, la obsesión, la relación madre hijo?- subsiste, algo primordial que ni la razón (otra vez: psicoanálisis o diagnóstico) ni el dinero (la prostituta) pueden reducir. Notable trabajo, además de un Michael Caine en estado de gracia (y gracioso), llena de humor negro, incluye uno de los finales más virtuosos y perturbadores de la carrera del maestro De Palma, a quien ya es hora que homenajeemos como corresponde.
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