★★★ Un repartidor es confundido con un asesino a sueldo al que solo se conoce como “el hombre de Toronto”. Porque así son las cosas en este relato, falso fixer y fixer real serán pareja despareja y en el camino aprenderán a tenerse algo de empatía mutua. Con visos de comedia negra, esta comedia de acción se beneficia del hecho de los miembros de la pareja protagónica (Kevin Hart) es comediante de profesión y que el otro (el gran Woody Harrelson, siempre suma) también sabe hacer comedia. El resultado es desparejo porque los clichés abundan incluso si se los trata desde la ironía y la parodia. El problema es el guión, que los intérpretes logran manejar a pesar de varias debilidades. Como todo el cine de acción contemporáneo, está realizado con solvencia y por eso no aburre. Nada excepcional, pero tampoco despreciable.
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