★★★1/2 Se vende como una secuela de la exitosa Vikingos, serie con la que History Channel se había lanzado a la ficción histórica. Lo es en gran medida: el conflicto entre cristianismo y paganismo, más los combates en Inglaterra en el siglo XI, cien años después de la culminación de la serie original. Pero es, sobre todo, lo que -con excusa histórica- se suele llamar “reboot”: arrancar de nuevo con personajes similares y un conflicto que, no es diferente. Por cierto, la excusa histórica permite hacerlo, y en última instancia la serie está tan bien realizada como la original; la pirueta temporal permite que podamos ver a actores “nuevos” y personajes ídem sin sentir nostalgia. Bueno, no: algo de nostalgia aparece porque, justamente, la Vikingos original había agotado el tema y, sobre todo, las formas: difícilmente veamos algo nuevo en esta nueva etapa. Pero como mantiene sus altísimos valores de producción, es imposible aburrirse: Valhalla tiene sangre en las venas y, bastante, en la cara y el resto del cuerpo. l
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