Tras un septiembre que trajo alivio en el frente inflacionario, el gobierno de Javier Milei se enfrenta a un nuevo desafío: sostener la tendencia a la baja de los precios en octubre. La inflación mensual cayó de manera notable, del 4,2% en agosto al 3,5% en septiembre, marcando el menor registro de los últimos meses y generando expectativas de que la desaceleración se mantenga. Sin embargo, las condiciones económicas del país siguen siendo volátiles, lo que deja abierta la posibilidad de que los índices vuelvan a superar la marca del 3%.
Un informe de la Fundación Innovación con Inclusión, que analiza la evolución de los precios al consumidor mediante un monitoreo de la canasta de supermercados, apunta a una importante desaceleración durante la primera semana de octubre. Según el estudio, la variación de precios fue del 0,2%, lo que significa una reducción de 0,6 puntos porcentuales en comparación con la semana anterior, cuando las subas habían alcanzado el 0,8%. Este comportamiento es relevante, ya que tras dos semanas de incrementos superiores, se observa una tendencia moderadora que el gobierno busca consolidar para frenar la presión inflacionaria.
El análisis detalla que la división de alimentos y bebidas sin alcohol fue la que más marcó, y al mismo tiempo, la que mayor incidencia tuvo en la variación semanal. Este rubro finalizó la primera semana de octubre con un alza del 0,3%, desacelerándose 0,4 puntos porcentuales respecto a la semana previa. Por el contrario, categorías como cuidado personal y limpieza, así como bebidas alcohólicas, mostraron cambios insignificantes, con variaciones de 0,0% y -0,03% respectivamente. Estas cifras dan cuenta de la complejidad de la dinámica inflacionaria, donde no todos los sectores responden de manera homogénea a las mismas presiones.
Hasta el 9 de octubre, la canasta de supermercado acumulaba un incremento del 1,1%, un dato que representa una disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del mes anterior. En el caso específico de alimentos y bebidas sin alcohol, la acumulación de subas en lo que va de octubre es del 1,2%, con un aumento intermensual de 0,6 puntos porcentuales. Estas cifras son indicativas de una desaceleración en la mayoría de los componentes de la canasta, lo que refuerza la expectativa gubernamental de mantener la inflación en un rango controlado.
Las proyecciones basadas en el promedio de variaciones diarias de los últimos 30 días sugieren que el incremento de precios para la canasta de supermercado podría cerrar octubre en torno al 3,1%. En paralelo, la media móvil de los últimos 30 días señala una suba del 3,3%, lo que supone un aumento de 0,2 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. En el caso de la división de alimentos y bebidas sin alcohol, la inflación mensual proyectada se ubicaría en el 4,0%, aunque la media móvil muestra un incremento del 3,2%, superior a los registros previos.
Es importante destacar que estos resultados provienen de un análisis exhaustivo que incluye 725 productos representativos del consumo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La metodología utilizada sigue los lineamientos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), y se basa en precios relevados en las principales cadenas de supermercados a través de sus páginas web. Esta base estadística permite una aproximación precisa a la evolución de los precios en el corto plazo, aunque no exenta de limitaciones dadas las características cambiantes de la economía argentina.
La desaceleración observada en la primera semana de octubre, sumada a la evolución moderada en septiembre, podría ser un indicador positivo de que la inflación comienza a ceder terreno. Sin embargo, el escenario sigue siendo incierto. Factores como la volatilidad del tipo de cambio, la presión sobre los costos de producción y la demanda interna agregan elementos de riesgo que podrían influir en los resultados finales del mes.
El gobierno mantiene una postura optimista y se ha comprometido a implementar medidas adicionales para evitar que la inflación vuelva a superar el 3%, aunque la prudencia predomina entre los analistas. A la espera de los datos finales de octubre, el desempeño en las próximas semanas será determinante para evaluar si el proceso de desaceleración es sostenido o si, por el contrario, el país enfrenta un nuevo repunte inflacionario.
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por R.N.
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