El Papa Francisco recibió en una audiencia privada a la vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, en el Vaticano. Y el encuentro se produjo en un clima de cordialidad, a pesar de las recientes tensiones entre el pontífice y el gobierno argentino. Aunque el gesto de Francisco al preguntarle a Villarruel "¿usted sobrevive?" durante la audiencia marcó el acento el Papa a la interna política del oficialismo y las tensiones entre el círculo rojo de Javier Miley y la vicepresidenta, el encuentro, que duró casi una hora, algo poco común para este tipo de reuniones, tuvo un tono distendido.
La reunión comenzó con un intercambio de saludos y un toque de humor por parte del Papa. Tras un apretón de manos y un beso, Villarruel le preguntó cómo se encontraba, a lo que Francisco respondió con su clásico "todavía vivo" y agregó, con un tono cómplice, "¿y usted, sobrevive?". La vicepresidenta no dudó en devolverle el gesto diciendo: "Me da alegría verlo parado", refiriéndose a que el Papa, a pesar de sus problemas en la rodilla que le obligan a utilizar un bastón, permaneció de pie durante gran parte del encuentro.
El marco cordial del encuentro contrastó con la interna que vive el gobierno de Javier Milei y las críticas recientes del Papa. Hace algunas semanas, en un simposio de movimientos populares en el Vaticano, Francisco había expresado su descontento con la represión de manifestantes en Argentina, mostrando su cercanía con el dirigente Juan Grabois. Sin embargo, durante la audiencia con Villarruel, el tono fue mucho más conciliador.
Vestida con atuendo negro y una mantilla de encaje, la vicepresidenta acudió a su primera audiencia con el pontífice, quien la recibió en la biblioteca del apartamento pontificio en la Segunda Logia. Allí, Francisco destacó la importancia de proteger a los sectores más vulnerables, especialmente a los niños y ancianos, diciendo: "Unos son el futuro y otros la reserva de sabiduría". También se refirió a su experiencia en Buenos Aires impulsando la red de Hogares de Cristo para personas con problemas de adicciones.
El Papa insistió en la necesidad de "tirar puentes" para lograr un diálogo más profundo y mejorar el clima social en Argentina. Villarruel le explicó que, como presidenta del Senado, se ha enfocado en buscar consensos, especialmente porque su partido se encuentra en minoría en la cámara. "Se trata de hablar con todos para superar las diferencias", afirmó. Francisco valoró estos esfuerzos y señaló que es fundamental todo lo que apunte a la unidad y el entendimiento entre los argentinos.
Durante la conversación, se abordaron temas históricos como las Malvinas y las heridas de los años setenta, con un llamado del Papa a "esforzarse como nunca" para lograr la reconciliación. La vicepresidenta transmitió el mensaje de que el gobierno de Milei busca la unidad nacional y expresó: "Nadie quiere la fractura de la sociedad, y menos las roturas".
El encuentro concluyó con un intercambio de regalos y un mensaje final de Francisco: "Adelante, a no aflojar y no perder el sentido del humor". Villarruel le respondió con un gesto de reciprocidad: "Rezo por usted, pero usted rece por mí".
El encuentro entre Villarruel y Francisco se dio en el cierre de la gira de la vicepresidenta por el exterior, marcada por declaraciones críticas en España y una escalada diplomática con el gobierno de Pedro Sánchez.
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