La exlegisladora de la Ciudad de Buenos Aires, Ofelia Fernández, ha dado un paso audaz al lanzar el primer capítulo de su serie documental titulada “¿Cómo ganar plata?”, centrada en los problemas y desafíos que enfrentan los jóvenes en el ámbito laboral y económico. Con solo 24 años, Fernández ha logrado posicionarse como una figura relevante en la política argentina, y durante su tiempo en la Legislatura porteña, se sintió frustrada al observar que el centro de la discusión política estaba más relacionado con su fuerza política, el peronismo, que con las realidades de su propia generación.
Con este nuevo proyecto, busca dar visibilidad a las inquietudes y expectativas de los jóvenes, una voz que a menudo es relegada en el debate público. La serie, que consta de cuatro capítulos, se propone explorar las múltiples realidades laborales que enfrenta la juventud hoy en día. En un contexto donde solo cuatro de cada diez trabajadores se encuentran en empleos formales, Fernández intenta mapear los diversos tipos de trabajo, deseos y expectativas de sus pares. El primer capítulo, que tiene una duración de 50 minutos, se enfoca en la fragmentación del trabajo y en cómo los jóvenes navegan por un mercado laboral que ha cambiado drásticamente en los últimos años. A través de entrevistas y conversaciones con jóvenes de diferentes sectores, Fernández se adentra en la complejidad de generar ingresos en una era donde las oportunidades son cada vez más limitadas.
El lanzamiento de “¿Cómo ganar plata?” no solo marca un hito en la carrera de Fernández, sino que también es un intento por repensar la comunicación política desde una perspectiva juvenil. Desde que dejó su cargo como legisladora, ha explorado nuevas formas de expresar sus ideas, incluyendo su participación en la obra de teatro “Sector Privado”, donde se presenta junto a Pedro Rosemblat. Su enfoque busca conectar con una audiencia sub25 y ofrecer una plataforma para discutir temas que les afectan directamente, como el empleo, el salario y las aspiraciones laborales.
Sin embargo, el estreno del documental no ha estado exento de polémica. El referente libertario Ramiro Marra arremetió contra Fernández a través de las redes sociales, criticándola por hablar de “laburo” y finanzas sin tener experiencia en el sector privado. En su mensaje, Marra afirmó: “Ofelia, no solo está mal que quieras dar consejos de finanzas sin tener conocimiento alguno, sino que dar lecciones de ‘laburo’ es aún peor”. Acompañó su crítica recordándole que había llegado a la política “por tomar colegios”, sugiriendo que su trayectoria carecía de la validez necesaria para abordar los temas que pretendía discutir.
La respuesta de Ofelia Fernández fue contundente. “Ahora vos cobras del Estado y yo no”, replicó, refutando la crítica de Marra y señalando su propia independencia laboral. En un tono irónico, añadió: “¿Además de pagarte el sueldo, tengo que explicarte ironías?”. Este intercambio refleja no solo la tensión personal entre los dos políticos, sino también una lucha más amplia por la representación y la legitimidad en el discurso político. Fernández subrayó que su documental se centra en las realidades de la juventud, y que muchos jóvenes comparten sus historias sobre cómo generar ingresos, lo que pone de relieve la diversidad de experiencias en el actual mercado laboral.
En su respuesta a Marra, Fernández también hizo referencia a un comentario anterior del libertario, quien había hablado sobre ahorrar latas de atún en su oficina como una estrategia económica. “Miralo entero. Hay muchos jóvenes contando cómo ganar plata si no tenés 100 latas de atún o no querés vivir 40 años con tus viejos como vos. Toma”, sentenció, utilizando el humor y la ironía como herramientas para reforzar su argumento.
Este cruce no solo resalta las tensiones políticas entre diferentes corrientes ideológicas en Argentina, sino que también pone de manifiesto la importancia de la representación juvenil en el debate público. Ofelia Fernández ha encontrado en su serie documental una plataforma para abordar temas relevantes para su generación, desafiando no solo el status quo en el ámbito político, sino también la narrativa impuesta por sus críticos.
por R.N.
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