Wednesday 24 de April, 2024

ECONOMíA | 20-04-2020 17:22

Los errores de política económica empiezan a tener impacto

La consultora Marina Dal Poggetto advierte que los costos de la cuarentena son cada vez más visibles.

Los costos económicos de la cuarentena son cada vez más visibles y los errores de política para intentar compensarlos sin un diagnóstico global empiezan a tener impactos antes de tiempo. Según cálculos de Eco Go, cada día de cuarentena la economía destruye un 40% del PBI, por lo que es imposible compensarlo completamente, pero evidentemente debe intervenir para evitar una ruptura del contrato social y preservar la estructura productiva. Esto es procurar un ingreso de subsistencia en los sectores más afectados y evitar el quiebre de empresas viables en un contexto sin cuarentena.

En un país sin ahorros, sin crédito y sin moneda, resulta imperioso distribuir parte de los costos poniendo algún “cap” al salto en el agujero fiscal, que incluye alguna flexibilización transitoria que permita reducir parte del costo salarial en sectores que están en cuarentena, tanto públicos como privados, y evitar un desbarajuste monetario cuyas consecuencias empiezan a ser visualizadas. La emisión de pesos para financiar el fisco en los próximos tres meses puede totalizar entre $ 800.000 millones de pesos y $ 1 billón, que se suman a los vencimientos de deuda en pesos en moneda local por $ 850.000 millones hasta fin de año. Vencimientos de los cuales se viene refinanciando solo la mitad.

No tiene sentido impulsar un desarme de Leliqs para que los bancos compren deuda del Tesoro en pesos con riesgo permanente de reperfilamiento. Frente a esta dinámica es preferible que el Banco Central emita los pesos para financiar al fisco y esterilice parte emitiendo instrumentos que eventualmente puedan ir por fuera de los bancos. Ya sea volviendo a permitir que los Fondos Comunes de Inversión vuelvan acceder a pases o habilitando un instrumento del Central para que accedan empresas y familias. Desintermediar el ahorro tiene costos, pero frente al aluvión de pesos que viene puede funcionar como un mecanismo transitorio para intentar apuntalar la demanda de pesos. Los riesgos de disparada brusca en la inflación están a la vuelta de la esquina. Un hard default agregaría combustible al fuego.

 

 

*Autora es directora ejecutiva de Eco Go

por Marina Dal Poggetto

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