En esta nueva entrega me propongo hablar sobre la importancia de una adecuada planificación financiera. En principio decir que es la forma de llevar a cabo un plan integral, muy personalizado que nos permita tener un proyecto económico y financiero a largo plazo utilizando los recursos que tenemos disponibles. ¿Cuáles pueden ser esos Proyectos? Hablare más adelante.
En primer lugar, es fundamental tener bien claro cuáles son los ingresos y egresos que tenemos en nuestra economía cotidiana, tanto mensuales como extraordinarios e incluso considerar algunos ingresos o gastos que se dan una vez al año. Este es el punto de partida para tener una economía personal lo más sana posible. No nos podemos basar en cómo distribuir el dinero sin antes planificar cómo vamos a conseguirlo, cómo y cuándo vamos a ahorrar y de qué manera vamos a construir ese ahorro y qué fin le vamos a dar. Esto lo debe hacer cualquier persona independientemente de sus conocimientos económicos.
El mejor momento para comenzar es YA porque el factor más importante que tenemos que considerar es EL TIEMPO. Pensamos que la vida es corta, pero no es tan así. Durante nuestra vida atravesaremos momentos de estabilidad y otros momentos de incertidumbre y es por eso que tenemos que estar preparados. Contar con distintas herramientas nos ayudará a lograr organizarnos. Un rol fundamental es el acompañamiento de un asesor financiero, alguien que pueda ayudarte a bajar a tierra tu economía, tu realidad y linkearlas con tu propósito. Una planilla donde podamos registrar mes a mes nuestros gastos será la primera clave a tener en cuenta para comenzar, y esta decisión es fundamental sostenerla en el tiempo porque el hábito de utilizarla repetidamente nos llevara al éxito.
Una vez que tengamos clara la capacidad de ahorro, recién podremos pensar en la planificación en el largo plazo. Si vemos las estadísticas en la esperanza de vida, los hombres podrían vivir 85 años y las mujeres más de 90. Hay que prever, poder disfrutar del futuro y de lo más cercano también. De las vacaciones, de cambiar el auto, de la planificación de la educación de nuestros hijos. Nada de lo que hagamos en el día a día será lo suficientemente fuerte como el objetivo que estamos dispuestos a lograr. Preguntarnos el para qué, es fundamental. Y realizarse distintas preguntas para reflexionar como, por ejemplo: Cual es mi plan personal/familiar? ¿Cuál es el esfuerzo que estoy dispuesto a hacer para llegar a ese plan?
Ahorrar para hacer un viaje, para la compra de la primera vivienda, para mi independencia económica, para pensar en el momento de nuestra jubilación y la planificación de la herencia, dependerá en el momento que nos encuentre leyendo esta nota. Tanto en nuestro país como en la mayoría de los países del mundo, el sistema de jubilaciones está colapsado. Ya podemos saber qué nos va a pasar en ese momento… entonces tendremos que tener en cuenta muchas variables. La clave será también la revisión año tras año, los planes de esa ruta o camino trazado podrían desviarse, tendremos que estar atentos y dedicarle tiempo. No estamos acostumbrados a planificar el largo plazo. Es cuestión de proponérselo.
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por CEDOC
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