Friday 20 de June, 2025

ESPACIO NO EDITORIAL | 04-06-2025 14:20

Devolverle humanidad a la medicina en tiempos de algoritmos

Una médica neuróloga y geriatra cuenta cómo conjuga ciencia, tecnología y escucha profunda en un mundo que acelera y desatiende.

“Doctora, usted me escucha como si tuviera todo el tiempo del mundo”, me dijo una paciente mayor hace unos meses. Esa frase, que parecía un elogio, también era una alerta. En un sistema de salud que muchas veces apura, estandariza o despersonaliza, tomarse el tiempo para mirar a los ojos y escuchar parece un gesto extraordinario. Pero no debería serlo.

Soy médica neuróloga y geriatra. Acompaño a personas mayores desde una mirada integral, donde el cuerpo, el cerebro, el entorno y la historia personal se entrelazan. Mi tarea no es solo prescribir fármacos, sino sostener procesos, traducir síntomas, y devolver dignidad allí donde el tiempo o la indiferencia la fueron quitando.

Estamos atravesando una revolución tecnológica sin precedentes. Inteligencias artificiales que asisten en diagnósticos, algoritmos que predicen riesgos, plataformas que automatizan la consulta médica. Y sin embargo, frente a todo ese despliegue, la pregunta persiste: ¿cómo cuidar sin perder el vínculo?

La tecnología puede ser aliada. Puede acortar distancias, ayudar a detectar a tiempo, organizar mejor el trabajo médico. Pero no puede —ni debe— reemplazar la escucha humana. Un algoritmo puede predecir un deterioro cognitivo, pero no consolar a quien lo teme. Y esa es, para mí, la frontera ética más delicada: usar lo digital para mejorar lo humano, no para sustituirlo.

Trabajo también en redes sociales (@amomisneuronas), en docencia y en residencias geriátricas. Porque creo que el saber debe circular, y porque la vejez necesita ser revalorizada como etapa vital. El cerebro envejece, sí. Pero también aprende, se adapta, se emociona y crea, aún con enfermedades.

Volver a mirar a quienes envejecen es, en algún punto, volver a mirar hacia adelante. La medicina que viene tendrá pantallas, sin duda. Pero ojalá nunca olvide el poder de una conversación pausada, de una escucha atenta, de un gesto empático. Porque eso, aunque no lo mida ningún algoritmo, también cura.


Dra. Andrea Viviana Rodríguez
Médica neuróloga y geriatra. Fellow en demencias y diplomada en neurociencias y salud mental. Se especializa en el cuidado integral de personas mayores, con enfoque en longevidad saludable, salud cerebral y vínculo entre entorno y funcionalidad. Creadora del espacio de divulgación @amomisneuronas.

por CEDOC

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